Los socios de la Cámara de Distribuidores, Agroquímicos, Semillas y Afines de la Provincia de Buenos Aires (Cedasaba) miran con preocupación la constante suba de impuestos inmobiliarios, tanto para sus clientes como a sus proveedores. Los productores enfrentan una suba del Impuesto Inmobiliario Rural además de la amenaza de que suban retenciones. Los proveedores de insumos tienen costos más caros a la hora de importar agroquímicos y fertilizantes.
Cedasaba emitió recientemente un comunicado. Allí afirman que las políticas adoptadas para el sector agroindustrial por el gobierno de AxeL Kicillof no van a tono con el objetivo de lograr un sistema productivo más competitivo.
Desde la Cámara que nuclea 400 bocas para el expendio de principios activos y semillas, de las 600 que existen en la provincia, aseguran que este incremento impositivo se ha vuelto una tendencia y que es indistinto del partido político que gobierne.
“Estamos notando que con los cambios de gobierno,-en el caso de la provincia de Buenos Aires fue renovación de mandato- la primera medida es tratar de elevar impuestos. En este caso hablamos de un aumento del 300% del impuesto inmobiliario (finalmente se moderó a 200%). Mientras que en los municipios la política es aumentar las tasas de los caminos rurales que prácticamente no existen”, explicó a Bichos de Campo Diego Napolitano prosecretario de Cedabasa.
El dirigente, que propone como paso inicial conformar una mesa de trabajo para definir la agenda agroindustrial bonaerense, también está en desacuerdo con que se le continúe impidiendo a las empresas proveedoras de insumos pagar facturas vencidas de sus importaciones al exterior. En este sentido advirtió que las agronomías son las que quedan de rehén y con la posibilidad de tener faltantes de productos. Todo esto, junto al incremento de impuestos, provocan tal inmovilidad operativa. Napolitano lo compara con una “Doble Nelson.”
“Nuestro sector, especialmente el distribuidor, aporta mucho a los pueblos. Sin embargo nos sentimos lejos de La Plata con respecto a las decisiones políticas. Estaría muy bueno que pudiéramos explicar de qué va nuestro trabajo y no seguir pagando 200 dólares de sobreprecio por toneladas de productos solo por malas decisiones políticas”, señaló Napolitano.
A propósito, desde la Cámara exigen que “antes de ahogar un sistema que es productivo”, a base de impuestos, se acuda al diálogo y no se siga la práctica de “determinar arbitrariamente y a puertas cerradas a cuánto ascenderá la carga impositiva.”
En definitiva desde la cámara consideran que es necesario un intercambio entre las autoridades provinciales y las agronomías, para así fijar el camino del sector. “Nosotros no queremos marcarle la agenda a nadie, solo buscamos normalidad. Porque el sector del agro, junto al de software debemos estar en los más altos niveles de calidad a nivel mundial, a pesar de que nos ponen el pie en la cabeza por parte del Estado”, indicó su directivo.
“Nosotros somo unas de las actividades más controladas de la Argentina y se sigue buscando formas de control. Sin embargo, no tenemos nada a cambio. Entonces en principio pedimos un tipo de cambio igual para todos, como en cualquier país de mundo. Y que antes de subir impuesto, que la primera medida sea escucharnos”, enfatizó Napolitano.