Las exportaciones de carne vacuna se han incrementado notablemente y recuperaron sus niveles históricos: se estima que este año podrían superar las 650 mil toneladas. Han reabierto muchos frigoríficos exportadores y recuperaron sus dotaciones de personal. Y de la mano del IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna), los empresarios recorren las principales exposiciones internacionales en busca de nuevos mercados.
El negocio de la carne vacuna de exportación sin dudas ha vuelto a brillar. Pero…
En la trastienda de los grandes frigoríficos exportadores no todo reluce o brilla como en las noticias. Debido a la gran afluencia de camiones cargados de hacienda para la faena, en este tipo de plantas se suceden las denuncias y conflictos entre los choferes de esos camiones, que tienen largos tiempos de espera no solo para la descarga de los animales sino también para dejar el lugar vacíos, ya que deben cumplir con la obligación de lavar los transportes.
Según cuenta Manolo Lamas, uno de los principales promotores de la Asociación Argentina de Transporte de Hacienda (AATHA), los problemas para la descarga de ganado bovinos en las plantas frigoríficas son recurrentes y cada vez más frecuentes, y no solo afectan a los trabajadores del sector sino que ponen en tela de juicio el mínimo respeto de las regulaciones mínimas de bienestar animal.
Lamas contó un episodio sucedió el 19 de mayo en el frigorífico exportador Swift de Villa Gobernador Gálvez, en el sur de Rosario. “Tercera vez en la semana con problemas en el lavadero, y no permiten salir del frigorífico sin lavar (los camiones) así esté el lavadero descompuesto. Ante la inacción del Senasa frente a esta situación y la falta de criterio y desconsideración por parte del frigorífico, hoy los choferes se amotinaron cansados de esta situación”.
En esa protesta, según este relato, los transportistas cruzaron sus camiones entre la balanza y la entrada a la planta de faena, forzando una negociación con la empresa que ahora es propiedad del grupo brasileño Minerva y reclamando que se les permita salir sin cumplir con el requisito del lavado.
“Primero dijeron que no. Luego que solo podían salir 10 jaulas, pero los jauleros dijeron que salían todos o no salía nadie. Luego dijeron que sí, pero que tenían que dejar los datos. Los jauleros dijeron que no (el frigorífico tiene una vieja historia de listas negras y al que se enoja no lo dejan entrar mas a la planta). Por último aceptaron. No tenían opción”, describió la fuente. Había camiones que levaban 16 horas demorados en ese frigorífico.
Según Lamas, para evitar incidentes como el relatado, hay que poner un punto final a esta situación que se produce por falta de instalaciones adecuadas en las empresas exportadoras, que no se compadecen con las exigencias sanitarias que fija Senasa.
La situación se repite en Swift de Rosario, pero desde AATHA también denuncian frecuentes inconvenientes para la descarga en Arre Beef, Gorina, Compañía Bernal, Rioplatense y otras plantas exportadoras del Consorcio ABC.
“Esto no puede pasar mas. No puede ser que los choferes lleguen a esto por la desidia de las empresas. Las jaulas tendrían que poder salir sucias de los frigoríficos como lo hacen del Mercado de Liniers, de los feedlot, de los campos, de los remates ferias. Si el lavadero no funciona no tendrían q retenerte. Es inaceptable”, se quejó Lamas.
Recordó, en ese sentido, que a principios de mayo hubo 394 camiones que llegaron al Mercado de hacienda de Liniers y que luego salieron sin lavar, sin mayor reclamo de las autoridades sanitarias.
“Hoy venimos con viento de cola por la crisis porcina en China y a nadie le interesa este tema, excepto a los jauleros. Pero ya va a llegar el día en que las exigencias internacionales de bienestar animal y de higiene se deban respetar o se van a cerrar los mercados”, advirtió el transportista.