Argentina se encuentra dentro de los países de Latinoamérica con mayor cantidad de mascotas por hogar. Sin contar a los animales en situación de calle, se estima que hay alrededor de 15 millones de perros y 6 millones de gatos distribuidos entre todos los habitantes. Y aunque tal vez no sea de los sectores productivos con más prensa, las empresas que producen alimento para mascotas tienen una gran incidencia en el consumo de maíz, con hasta 800.000 toneladas adquiridas por año, según datos de la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (Caena).
“Como determinación, es un mercado constante. Hay un crecimiento anual que se mantiene en el tiempo de entre un 2% y 3%, que tiene que ver con el aumento de las mascotas en las familias”, explicó a Bichos de Campo Francisco Schang, gerente de Caena.
La oferta puede ser dividida en tres categorías: alimento seco, húmedo y snacks. Estos productos se clasifican a su vez en super premium, premium, estándar y económico. En los últimos años, la situación económica del país ayudó a que se consolidara el segmento del alimento estándar por sobre las opciones de mayor precio. “La menor migración se da de super premium a premium porque hay mayor fidealización de productos”, aseguró Schang.
Hay que destacar además que en el último tiempo se generó un perfeccionamiento en los productos a partir del interés en incorporar nuevos ingredientes a los balanceados. Es por esta razón que se encuentran cada vez más opciones de alimentos clasificados por edades, razas o incluso destinados para determinadas enfermedades. Desde Caena remarcaron que eso se produce por una suerte de “humanización” de las mascotas y una mayor concientización sobre los cuidados que requieren las mascotas por parte de sus dueños, además, claro, de las estrategias de marketing.
En los últimos meses el sector se vio afectado por el incremento de los precios internos de los granos (que incrementa los costos) y los derechos de exportación combinados con las distorsiones cambiarias (que licúa los ingresos de las empresas exportadoras). Ordenados por volumen, Argentina exporta alimento para mascotas a Chile, Uruguay, Perú, Bolivia, Paraguay y Colombia.
¿De cuánto hablamos? Para alimentos para mascotas envasados que contengan soja en una proporción superior al 30%, la alícuota del derecho de exportación es nada menos que del 24,5% al 26,0%, la cual, proporcionalmente, termina siendo mucho mayor porque se aplica no sólo sobre el producto sino también sobre el packaging. Pero si el contenido de soja y sus derivados es menor al 30%, entonces la alícuota es del 4,5%.
La situación en el mercado local no es mucho mejor. “Dentro de lo que es cadena de supermercados, se ha limitado el aumento de precios mayoristas a solamente a un 5% semestral. Eso ha dejado a muchas empresas complicadas, claramente porque el precio del maíz ha aumentado mucho y el precio del producto no en la misma proporción”, dijo Schang.
En la lista oficial del programa de “Precios Cuidados” aparecen dos alimentos balanceados, uno para gatos y otro para perros, lo que representa (tal como sucede en el resto de los sectores) un “ancla” de precios indirecta para buena parte del resto de productores competidores.
“El mayor problema está en el peso impositivo, que es transversal a la economía argentina. La inversión en el sector para este año no tiene proyectado un gran número. Hace falta estímulos para innovación y la producción”, agregó el gerente.
El otro problema viene desde la importación. Si bien Argentina no es un gran comprador de producto terminado en el exterior, ya que los costos de la producción local son más bajos, los insumos como vitaminas, aditivos y packaging se encuentran dolarizados y sus costos inciden en la conformación de los precios. Desde Caena sostuvieron que trabajar sobre la baja o eliminación de impuestos y retenciones sería vital para el sector.