La recuperación hídrica que se registró en gran parte de la región pampeana le dio un renovado impulso a la siembra de soja, y ya se proyecta un crecimiento en el área cultivada. Según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la superficie ascendería a las 17,9 millones de hectáreas, siendo el número más alto desde 2018. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires es todavía más optimista, y arriesga que se podrían sembrar hasta 18,6 millones de hectáreas con la oleaginosa.
Como sea, los chacareros ya están lanzados. “Con un progreso intersemanal de 12,2 puntos porcentuales, el avance nacional de siembra de soja se eleva al 20,1% de las 18,6 millones de hectéas proyectadas para la campaña 2024/25. Las óptimas condiciones de humedad superficial han permitido dar fluidez a la siembra de soja de primera”, señala esta última entidad.
Para la Bolsa de Rosario, este aumento previsto en el área sembrada supone a su vez mayor producción nacional, que ya se espera que ronde las 53 a 53,5 millones de toneladas, superando así las 50 millones de la campaña anterior.
Sin embargo, las buenas noticias para esta oleaginosa no se tradujeron en otras iguales para el trigo y el maíz. En el caso del primero, que sufrió la falta de agua durante las etapas críticas de su desarrollo, ha visto reducida su producción estimada. Lo números de noviembre indican que rondará las 18,8 millones de toneladas, lo que supone 700.000 toneladas menos que lo estimado en octubre.
Si bien los rendimientos en Buenos Aires y el norte de La Pampa mostraron una recuperación, en Córdoba, Chaco y Santiago del Estero los efectos fueron más graves. Pero aun así, desde la BCR indicaron que se espera que este ciclo sea el cuarto más productivo de los últimos 15 años, con rendimientos favorables en zonas clave como el sudeste de Buenos Aires.
En cuanto al maíz, aunque las recientes lluvias mejoraron las condiciones del cultivo en forma notable, una gran parte se realizó fuera de la fecha ideal, sobre todo en Córdoba, con el objetivo de mitigar riesgos como el de la chicharrita y el mal de Rio IV.
De acuerdo con lo proyectado por la BCR, el área maicera cayó pasando de las 10,34 millones de hectáreas en el ciclo anterior a 7,8 millones este año, lo que supone una reducción del 24,6%. Aún así, se estima que la producción rondaría las 50 a 51 millones de toneladas.