No está todo dicho en lo que respecta al diseño agronómico de la campaña gruesa argentina 2025/26, ya que la soja –que venía muy golpeada– ganó mucho terreno con la recuperación del precio registrada en las últimas jornadas.
Manuel Ortiz, facilitador del grupo digital CREA “Gestión comercial del negocio agrícola”, mostró –durante una charla ofrecida hoy en el evento virtual Economía Online de CREA– la actualización del mapa de competitividad relativa de cultivos de granos gruesos para la próxima campaña 2025/26.
Mientras que un mes atrás ese mapa daba claramente ganador maíz, ahora es la soja la que ganó competitividad en gran parte de las regiones agrícolas argentinas.
El mapa no refleja rentabilidad, sino conveniencia relativa entre soja versus maíz. Es decir: con qué cultivo estival se proyecta ganar más dinero o perder menos considerando los rendimientos promedio históricos de cada zona y los precios esperados a cosecha en el mercado de futuros agrícolas A3.
El mapa se realizó considerando un precio de la Soja Rosario Mayo 2026 de 293 u$s/tonelada (este miércoles el precio promedio negociado de cierre fue de 295,7 u$s/tonelada para esa posición) y un valor de maíz de 171 u$s/tonelada, que considera un promedio entre el cereal temprano y el tardío. Hoy el contrato Maíz Rosario Abril 2026 finalizó en 175,0 u$s/tonelada, mientras que el Maíz Julio 2026 cerró en 168,5 u$s/tonelada.
La recuperación del precio internacional del poroto de soja se explica por el último informe mensual de oferta y demanda mundial de productos agroindustriales publicado por el USDA el pasado 12 de agosto, que recortó –de manera inesperada– la estimación de producción de soja 2025/26 de EE.UU.
Adicionalmente, los valores de exportación (FOB) del poroto de soja argentino (también del brasileño) crecieron en las últimas semanas con respecto al FOB de EE.UU. porque China, el mayor importador mundial de soja, está concentrando las compras de la oleaginosa en Sudamérica sin haber ordenado al adquisición a la fecha de ningún embarque de soja estadounidense del nuevo ciclo 2025/26.
En cuanto al maíz, el precio internacional no sólo no se recuperó con la misma fuerza que la soja, sino que además el cereal perdió competitividad en línea con la suba de los valores de los fertilizantes, que representan un componente importante del costo de producción.
Si bien algunos empresarios agrícolas ya compraron con anticipación buena parte de los fertilizantes necesarios para encarar la campaña gruesa 2025/26 (especialmente los nitrogenados), otros, en cambio, aún tienen que adquirir ese insumo crítico.