El mercado argentino de agroinsumos está atravesando un escenario por demás difícil porque la cantidad de variables presentes en una decisión de compra son tan complejas que no existe computadora de la NASA ni Chat GPT que pueda procesarlas todas en simultáneo.
“La distribución de agroinsumos está experimentando un estrés muy fuerte porque la falta de liquidez y la persistencia de la sequía se está sintiendo en la cadena. Eso, más la incertidumbre generada por la cercanía de las PASO, provoca mucha precaución por parte del productor y eso impacta en la demanda”, indica Diego Napolitano, prosecretario de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba)
“Hay un fuerte rumor, presente hace dos semanas, que indica que el gobierno tiene planes para aplicar una suerte de impuesto a productos importados por el agro; eso hizo mucho ruido y los primeros que reaccionaron las compañías de fertilizantes”, apuntó en diálogo con Bichos de Campo.
– ¿Cómo está el mercado de fitosanitarios y fertilizantes en cuanto a abastecimiento?
– El mercado de fitosanitarios está ofertado, pero porque la demanda es escasa. Si me preguntan si hay desabastecimiento de fertilizantes, la respuesta en no, pero sí tenemos que decir que no existe la posibilidad de comprar todo lo que se pida; es como el aceite de girasol en el supermercado: hay abastecimiento, pero se pueden comprar hasta tres botellas. Además, se están registrando alzas de precios de fertilizantes en línea con una suba de la urea granulada en el mercado internacional, aunque parte de esa alza se explica por la posibilidad de la aplicación de ese impuesto que se rumorea en el mercado.
– Se trata de una medida que está dentro de las opciones del equipo económico…
El distribuidor de agroinsumos está muy cauteloso y con mucho ruido en la cadena por la posible implementación de un nuevo impuesto a la importación. Y el otro gran tema son las SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina). Hoy las SIRA que se estarían aprobando con mayor facilidad son las que corresponden a operaciones denominadas en yuanes (para importaciones originadas en China), pero existen casos de empresas que, más allá de la moneda en cuestión, tienen buques en camino a la Argentina y no tienen la SIRA aprobada; en algunas situaciones eso afecta a compañías de gran porte.
-¿Y para adelante qué están viendo?
– Creemos que el mercado de fitosanitarios está tranquilo por la baja demanda, pero cuando las compras comiencen a despertarse podrían llegar a registrar aumentos de precios, tal como viene sucediendo con los fertilizantes.
– Desde el lado del mostrador de la oferta, estaríamos en presencia de una oportunidad de compra si los precios van a subir. Pero del lado del mostrador del productor, su capacidad de compra está comprometida con un tipo de cambio oficial planchado y sin vigencia de alguna nueva edición del “dólar agro”
– Los fitosanitarios bajaron mucho, a niveles pre-pandemia, y eso generó mucho temor a la toma de posiciones por miedo a quedar descalzado. Aunque el glifosato en China comenzó a experimentar aumentos en las últimas semanas. La cuestión es que si miramos lo que sucede en Brasil, el país vecino tiene un stock de fitosanitarios equivalente al uso de 2,4 campañas. No es el caso de lo que ocurre en la Argentina. Los distribuidores argentinos se asombran porque los precios son bajos y tienen disponibilidad de productos, pero eso sucede porque no hay demanda. La pregunta por responder es qué va a suceder en el mercado cuando la demanda finalmente aparezca. Pero en el medio de eso tenemos las PASO en agosto y las elecciones presidenciales en octubre con una gran incertidumbre cambiaria en el marco de las negociaciones que el gobierno está emprendiendo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Son muchas variables.
– No es sólo la cuestión cambiaria a nivel general, sino que también está sobre la mesa del equipo económico la introducción de un “dólar soja 4”, quizás ampliado también a otros productos, como sucedió en la tercera edición del programa. Eso cambia totalmente el esquema de la decisión de compra. El mercado esta supeditado a las próximas decisiones de política económica.
– Así es. Estamos esperando qué va a suceder al respecto. Todo el sector es optimista porque, con una fase “El Niño” consolidándose, debería producirse en algún momento una regularización de la situación climática a nivel general y eso traccionaría la demanda de fitosanitarios y fertilizantes. Por ahora stock de fitosanitarios hay, pero sin demanda; la clave es hasta dónde va a poder responder la oferta cuando se active la demanda con los problemas presentes para obtener SIRA. El problema se encuentra “maquillado” porque con la sequía la demanda cayó mucho; diferente sería la cuestión con una situación climática normal.
– Con la recomposición de las lluvias y la aparición de la demanda en su máximo potencial, llegará la hora de la verdad y habrá que ver si hay para todos…
– En ese escenario, durante una primera etapa el mercado se va a encontrar abastecido, pero empezarán a jugar otros precios. Y para la campaña gruesa empieza otro desafío, especialmente en un contexto eleccionario. Los distribuidores están actualmente haciendo operaciones con pagos a partir de diciembre con la cosecha de trigo y cebada. Lo favorable es que el mercado es muy noble porque con un desastre climático inédito la cadena comercial se encuentra sólida.
– ¿Hay listas de precios disponibles?
– Todas las semanas estamos consultando precios y eso es desgastante. No hay listas de precios; ayer pude ver una lista de precios después de dos meses. Hoy llamás a un distribuidor para solicitar una lista de precios y no tiene; se plantea el negocio y se evalúa en el día, dependiendo en gran parte de las necesidades financieras de las partes. Existe una gran variabilidad de precios y entiendo que aquellos que tienen efectivo pueden buscar oportunidades muy atractivas.
– Es un año para ser un profesional en gestión financiera o tener un buen asesoramiento en la materia.
– Seguramente.
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