Se publicó este lunes en el Boletín Oficial una resolución que reemplaza a otra resolución casi calcada de 2018, es decir del gobierno de Cambiemos, pero que difiere en un detalle fundamental: para este gobierno -a diferencia de aquel- el desarrollo de la bioeconomía en el país necesita de una suculenta asignación presupuestaria. Por eso se asignó al Programa de Fomento a la Bioeconomía la friolera de 1.500 millones de pesos anuales.
Esa suma de dinero es la mismo que la cartera agropecuaria adeuda -por ejemplo- a la reglamentación de la ley de Agricultura Familiar y la creación de un fondo específico para ese sector, que está pendiente desde 2015. O equivale a tres veces los montos que dedica el organismo a enfrentar las situaciones de Emergencia Agropecuaria, una partida que no se actualiza desde 2009. Pero no nos alarmemos frente a comparaciones odiosas: al dólar oficial se trata de una asignación de solo 15 millones de dólares. Al paralelo, es casi la mitad de eso.
Lo cierto es que tratando de resucitar una propuesta para desarrollar la bioeconomía, el secretario de Alimentos y Bioeconomía, Marcelo Alos, firmó la Resolución 121/2021, que rescata del arcón de los recuerdos el Programa de Fomento a la Bioeconomía lanzado originalmente en agosto de 2017 por la anterior gestión. En aquel momento, el área se llamaba Bioindustria y dependía de la ex Secretaría de Agregado de Valor, a cargo del ruralista Néstor Roulet.
“El citado Programa tiene como principal objetivo fomentar el desarrollo de la Bioeconomía como estrategia para la agregación de valor, una mayor eficiencia en el uso de los recursos y el desarrollo territorial en forma sustentable y sostenible”, se explica en los considerandos, para luego repetir casi calcados los artículos de otra resolución de julio de 2018 que reglamentaba el citado programa oficial. El que estaba al mando en ese momento era William Andrew Murchison, que firmaba así porque había nacido en Canadá y ese era su nombre original.
Decía el artículo 1 de la vieja resolución: “Delégase la Ejecución del Programa de Fomento de la Bioeconomía, en adelante Programa, a la órbita de la Dirección de Bioenergía de la Secretaría de Alimentos y Bioeconomía”
Dice el artículo 1 de la nueva resolución: “Delégase la Ejecución del Programa de Fomento de la Bioeconomía , en adelante el programa, a la órbita de la Dirección Nacional de Bioeconomía de la Secretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional”.
El artículo segundo también se repite casi calcado: la nueva resolución vuelve a aprobar el Reglamento para el funcionamiento del programa de fomento de la Bioeconomía.
En el Minagri crearon un programa de fomento a la bioeconomía
Donde todo cambia es en el artículo 3. Mientras que el del gobierno de Cambiemos -durante la gestión de Luis Miguel Etchevehere en el Minagri- establecía que “la medida dispuesta por la presente resolución no implicará costo fiscal alguno, ni la creación de nuevas estructuras”, en la normativa neo-kirchnerista se establece ahora que el plan de acción “contará con un fondo de financiamiento que será asignado a la Secretaría” responsable de su ejecución, es decir la del firmante Alos.
El artículo 4º si es toda una novedad, porque establece que dicho fondo “contará con un presupuesto inicial de 1.500 millones de pesos”, aunque de inmediato aclara que el mismo “será atendido en función de la disponibilidad presupuestaria del Programa 44 -Políticas para Incrementar el Agregado de Valor en las Cadenas Agroindustriales, Servicio Administrativo Financiero 363, Jurisdicción 52”, es decir del Ministerio de Agricultura.
No se sabe, a esta altura, qué gobierno hizo más por la bioeconomía. Si la gestión macrista que creó un programa para su desarrollo pero le asignó cero recursos o esta gestión neo-kirchnerista que recreó ese programa pero con un presupuesto casi de ensueño, que además estará supeditado a las urgencias fiscales del Estado que debe llevarlo a cabo.