Como casi todas las economías regionales, los productores citrícolas del litoral la tienen cada vez más complicada, muy complicada. “Un 60% de lo que producimos va a parar al Estado y no vemos que vuelva en servicios a los citrícolas. No estamos percibiendo ayuda”, se quejó Néstor Mover, el presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos (FeCiER).
En diálogo con Bichos de Campo, el productor se quejó porque “tenemos un costo de producción cada vez más alto por la presión tributaria, lo que nos quita rentabilidad a pesar de que le ponemos capacidad para lograr cantidad y calidad” de frutas cítricas, en especial naranjas y mandarinas.
El dirigente agregó que “tenemos un sistema laboral que no puede revertirse así como está planteado, y es insostenible”. Y contó: “A los citricultores nos llaman ‘negreros’, pero no hay un sistema que se adecue a nuestra actividad. Las tareas que hacemos son en su mayoría temporales, y pese a que hemos hecho muchos planteos, no hay un sistema que se adapte, y así terminamos en situaciones desagradables, que terminan en juicios. Quienes deben trabajar en estas políticas no lo están haciendo”, razonó.
Escuchá lo que decía Néstor Mover:
Días atrás, un comunicado firmado por ABC (Comité Argentino de Arándanos), CAFI (Cámara Argentina de Fruticultores Integrados), CAPCI (Cámara Argentina de Productores de Cerezas Integrados) y FEDERCITRUS (Federación Argentina del Citrus), entidades que representan más del 90% de la exportación argentina de frutas frescas, manifestaba que la medida del aumento del Mínimo No Imponible para las cargas patronales, que fue anunciada recientemente por el presidente Mauricio Macri, era “positiva pero a la vez insuficiente”.
Sobre ese escrito, Mover argumentó que “es insuficiente porque no abarca todo lo que necesitamos. El productor citrícola trata de producir y de terminar la cadena para la llegada de la fruta. Y por ende también hace la labor de empacador muchas veces para ahorrar costos. Pero esta resolución no alcanza a la parte de empaque”, apuntó.
Respecto de la apertura del mercado brasileño para los cítricos argentinos , Mover dijo que “sigue siendo una expresión de deseo”. Y explicó: “Tenemos un Mercosur que en definitiva es solo un nombre para apreciar desde lejos, que no está poniendo políticas en práctica. Lo que pasa también es que somos el país con el costo de producción más caro del mundo. Y así nos vemos obligados a meter un 70% de nuestra producción al mercado interno”.