La tremenda sequía en las principales regiones productivas argentinas está provocando un saldo negativo también en la venta de insumos para el agro. Según cálculos del sector solo se logró vender un 10% del total de lo que se vendía en un año estable.
El dato surgió de un informe de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba), que evaluó el impacto de la sequía en la actividad comercial de las agronomías.
“Desde 1997 trabajamos junto a las agronomías y hoy la situación no es la mejor por la sequía. En la zona sur de Pergamino los primeros rendimientos de maíz dan 11.000 kilos por hectárea, pero si nos vamos hacia el noroeste los rindes bajan a 5.000 kilos por hectárea”, comentó a Bichos de Campo Néstor Conti, presidente de Cedasaba.
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“La disparidad de lluvias afectó mucho la venta de insumos. Hay zonas donde la última lluvia fue el 19 de diciembre de 2017 y los maíces de segunda no recibieron entre 5 y 8 milímetros”, explicó Conti.
Lógicamente la situación impacta de lleno en la salud económica de las distribuidoras de insumos. “El sistema de cobranza está basado en tarjetas agro, y algunas empresas pagan bajo la figura de cheque de pago diferido. Cuando se cerraron estas operaciones, el tipo de cambio y el valor de la soja era otro, con lo cual, el productor y contratista con menos espalda financiera va a tener más dificultades para afrontar la próxima campaña”, advirtió el titular de la entidad.