El arranque de la pandemia coincidió con el inicio de un período de muy buen nivel de ventas para la maquinaria agrícola. Néstor Cestari, el presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de ese tipo de eqyuipos (Cafma), dijo que al principio suponían que la situación epidemiológica iba a complicar todo, pero que finalmente sucedió lo contrario.
Motivo de festejo para el industrial, que además anticipo a Bichos de Campo que en septiembre decidió no renovar su designación al frente de la entidad industrial, porque considera positivo que haya un recambio.
El balance en este periodo de gestión no podría ser mejor. Desde marzo del año pasado “empezamos a crecer de forma inesperada en las ventas. Es como si estuviéramos jugando en un club de pueblo y nos llevaran a jugar la Champions League. Hubo un crecimiento constante y sostenido promedio de 35% en las ventas, y después, en 2021, fue un año sostenido”, explicó Cestari.
Eso implicó redoblar esfuerzos de parte de las empresas, pero la demanda superó a sus posibilidades de fabricación. Por eso: “todo el mundo está con entrega para fin de año o para después, y eso hacía muchos años que no ocurría”, dijo el empresario.
Escuchá la entrevista a Néstor Cestari:
Son varios los motivos que impulsaron este boom de comercialización de la maquinaria agrícola. “Hay cosas que se hicieron y otras fortuitas. Apareció el crédito de la banca pública y privada con tasas de 23/24%, en parte subsidiadas por las empresas. Luego tuvimos una buena cosecha y los commoditties se fueron a precios importante”, relató el empresario.
Y agregó: “También hubo problemas con acopios que dejaron de funcionar, un dólar muy diferenciado e inflación muy alta que llevó a que el productor dijera ´vengo atrasado en la renovación de maquinaria´ y decidiera invertir”.
A ese conjunto de razones se sumó la desvalorización constante de la moneda nacional y la falta de alternativas de inversión porque, tal como lo indicó Cestari, el agricultor no recurre al mercado de cambios informal ni formal, y lo que gana lo reinvierte en canje por bienes o insumos que le permitan desarrollar su actividad sin perder dinero en el cambio.
Gracias a esa inyección de dinero al rubro de la metalmecánica “el 96% de las empresas salieron invertir en la mejorar de procesos, capacitación, tecnología, para incrementar la productividad y tener una producción más ágil”, destacó el presidente de la Cámara.
Cestari espera que una vez que se pongan a tiro con las entregas comprometidas, los créditos hoy vigentes sigan acompañando al sector, para que no se repitan los típicos momentos de descenso en el volumen de ventas. “El crédito es tan importante como la maquinaria misma. De este gobierno o de los que vendrán uno necesita volar con piloto automático”, indicó el fabricante.
En el caso de su propia empresa, especializada en la fabricación de tolvas autodescargables, Néstor explicó que está invirtiendo en “dos naves de 2 mil metros cuadrados, en la compra de un puente grúa, en robots de soldadura para los equipos grandes, en centros de mecanizado, en tornos con control numérico, en la sección de pintura, porque estamos incursionando en las diferentes formas de pinturas”.
“Para nosotros, que somos una empresa chica en el sector, son inversiones importantes”, recalcó.
Respecto de la exportación de equipos explicó que el 20% de las empresas que integran la CAFMA ya venden al extranjero, pero tienen el problema del diferencial cambiario, ya que compran insumos a un dólar que tiene un precio cercano al blue para luego exportar al valor oficial.
De todos modos remarcó que “los que queremos trabajar a largo plazo, más allá de que el mercado externo no nos convenga, tenemos que darle para adelante porque el cliente que perdés, no lo recuperas más”.