Le llegó la hora a los viejos molinos. Aunque son un ícono de las explotaciones rurales y han sido productivos lo largo de muchos años, el desarrollo de nuevas tecnologías dejaron en evidencia sus limitaciones. Mantener sus aspas y varillaje en condiciones puede ser costoso y ni hablar de las condiciones climáticas: sin viento no hay bombeo.
Las cosas como son. No son tiempos de gastar de más y lo que se puede ahorrar hay que ahorrarlo. Es por esto que la aplicación de bombas de agua a base de energía solar se abren paso en el mercado y aparecen como una opción económica, fácil de aplicar y sin un mantenimiento constante necesario.
“El molino no lo tenés seguro, si no hay viento no hay agua. El sol está siempre y vos podes dimensionar que animales vas a poder tener en u8n predio porque el agua la vas a tener si o si”, explicó a Bichos de Campo Darío Donate, un pequeño productor de la ciudad de Campana que comenzó a incursionar en las energías renovables. Donate también integra una empresa productora de biodigestores para transformar la bosta de los animales en biogás y biofertilizante.
Producir biogás con estiércol ya es un hecho en Argentina, a partir de un biodigestor flexible
Dario contó que cuando uno quiere incursionar en la energía solar, lo primero que debe hacer es revisar la zona y hacer pruebas para saber la profundidad a la que se puede extraer el agua. Luego se realiza la instalación a partir de un kit solar que ya viene armado, el productor sólo debe poner la estructura que lo contenga, que bien puede ser la base de los viejos molinos. La inversión puede estar entre los 150.000 pesos y los 300.000, dependiendo de las necesidades de cada explotación. Y del valor del dólar, claro.
Según Donate la bomba más grande puede arrojar hasta 50.000 litros de agua diarios, pero que si la necesidad es darle luz a un pequeño puesto, con el kit solar más pequeño se puede obtener suficiente energía para hacer funcionar una heladera, un ventilador, una antena de televisión, un ruter de internet y cinco o seis luces comunes.
“La gente se tiene que adaptar a lo solar y no como con la energía de red, donde la energía se adapta a la persona. Si querés exigirle más a la energía solar tenés que adaptarte a los costos, que van a ir aumentando”, aseguró.
Sucede que a diferencia de la electricidad de 220w que es alterna, la energía solar trabaja de forma continua. El kit básico trae dos paneles de 280w y un inversor de 2000w con potencia para 4000w. Si llegara a faltar luz –por varios días seguidos sin sol- y la batería se descarga, se puede conectar un grupo electrógeno.
Pero los molinos o las casas no son los únicos lugares en donde se pueden colocar los paneles y ya han recibido muchas propuestas para aplicarlos a sistemas de riego o bebederos. Algo interesante es que pueden ser controlados por aplicaciones telefónicas, evitando por ejemplo que los tanques rebalsen.