Los productores del NOA recibieron piñas de todos lados este año. Primero fue la seca que arrancó en noviembre del año pasado y que todavía sigue afectando a la región. Luego se sumaron las heladas de un invierno más duro de lo habitual. Además, la cosa se complicó más por las restricciones a los movimientos en los límites interprovincialesque impusieron los gobernadores desde el inicio de la cuarentena.
Natalio Iglesias, productor en Rosario de la Frontera, en Salta, es además el vicepresidente de la Asociación de Productores del NOA. Sobre este último punto, explicó que “hay un problema de entendimiento entre los gobernadores. El gobierno está asustado por la pandemia y por la falta de recursos que se dilapidaron durante años, sin tener la infraestructura necesaria para salud, educación ni red caminera. Falta criterio y sentido común”.
Escuchá la entrevista con Natalio Iglesias:
El productor salteño, en diálogo con Bichos de Campo, pidió que se atiendan los reclamos de los productores que necesitan movilizarse para comprar insumos, atender al ganado o monitorear cultivos. “El campo tiene sus tiempos y no son los de la política. ¡Son inmediatos!”
El dirigente rural agregó: “Tuvimos mucho tiempo de cuarentena hasta que se desató el problema en el NOA y ahora tenés una sociedad agotada y fundida porque no puede laburar y está psicológicamente destruida”.
Con respecto al impacto del clima en la producción de la región, Iglesias explicó que la campaña de lentejas vienen “viento en popa porque se hace bajo riego. Pero del garbanzo, que se hace en secano, habrá cero producción debido a la seca que azotó desde noviembre pasado, y que se fue acentuando. Esperamos que en el verano esto cambie y tengamos un año medianamente bueno, porque no soportaríamos otro año malo”, advirtió.
En Salta se sembraron unas 50 mil hectáreas de garbanzo. La implantación arranca en mayo y junio y tienen un período de desarrollo de 90 días, “por lo que en octubre deberíamos estar cosechándolo”, indicó Natalio. Pero agragó: “Este año no habrá trigo ni garbanzo, el trigo también está destruido por la seca y las heladas”.
Iglesias reconoció que hay una buena noticia para la zona por la suba que viene teniendo el precio de la soja en las últimas semanas. Eso permitirá que muchos productores de poroto siembren la oleaginosa, como último recurso.
“La soja tiene un precio tentador y eso hace que el productor no migre a otra producción. Se esperaba una migración del 30% de soja a poroto porque la renta de soja y de maíz no era la adecuada. Pero eso al negocio del poroto, que es chico respecto de los commodities, lo revienta”, evaluó el productor salteño.