La sucesión de hechos de vandalismo e inseguridad rural de los últimos meses que coparon la agenda del sector obligó finalmente a que una reacción de parte de la política. El diputado y presidente de la Cámara Baja, Sergio Massa, presentó pocos días atrás un proyecto de ley que pretende modificar algunos artículos del Código Penal. La nueva redacción del artículo 184 bis, según esa iniciativa, introduce la figura del vandalismo para tipificar el delito de rotura de silobolsas y castiga con penas de 2 a 5 años de prisión.
Pero en ese ante proyecto de ley también se modifica el artículo 186 del Código Penal. Según la propuesta de Massa establece que también es delito “el uso de patógenos tóxicos, energía emisión de radiaciones o cualquier otro proceso capaz de producir estragos”. En ese caso las penas serían de los 2 a los 10 años de prisión.
Frente a esa propuesta legislativa apareció otra iniciativa del diputado radical Ricardo Buryaile, ex ministro de Agroindustria y ex vicepresidente de CRA. Le preguntamos en Bichos de Campo qué opina del proyecto de Massa y en qué se diferencia el suyo.
“Son diferentes enfoques y encuadres de la misma problemática. Nosotros consideramos que la rotura de los silobolsa no es una daño a la propiedad privada sino a la seguridad pública, porque trasciende el hecho del daño que se produzca al productor, porque trasciende a toda la cadena, al transportista, a la agronomía, al exportador, al Estado. Por eso el daño no es a la propiedad privada sino a la seguridad pública y el responsable de eso es el Estado”, comentó Buryaile, marcando una primera e importante diferencia.
Escuchá la entrevista a Ricardo Buryaile:
El legislador dijo que el proyecto de “Sergio” además considera que la rotura de silobolsas se debe considerar como delito en tanto afecte el normal desenvolvimiento del establecimiento o explotación, “pero para nosotros el delito se perfecciona con la rotura del silobolsa y en el otro se perfecciona con el normal desenvolvimiento del establecimiento”. En ese caso, se infiere que el productor debería comprobar que hubo tras la rotura perjuicios en su actividad agropecuaria. Ahí se encuentra otra diferencia entre uno y otro proyecto.
Otra cuestión no menor tiene que ver con la intención de aplicar penas a los que usen productos químicos. En la iniciativa de Massa dice que “será reprimido con 2 a 10 años de prisión el que causare incendio, inundación, derrumbe, liberación de patógenos, tóxicos o energía, emisión de radares o cualquier otro proceso destructor capaz de producir estrago”.
Esto también fue rechazado por el diputado Buryaile ya que impediría el uso de una multiplicidad de sustancias y de procesos que volverían inviable a la actividad agropecuaria.
El legislador radical además dijo que está dispuesto al debate y al consenso con el proyecto de Massa: “Creo que vamos sacar una ley y creo que todos los proyectos son prefectiles y que no tienen que haber vanidades”, indicó.
-¿Están dispuestos a consensuar, entonces?
-¿Cómo no vamos a estar dispuestos si queremos proteger al productor y castigar a los que rompen? Ahora quiero ser claro. Hoy para castigar el delito consumado tiene que haber prevención y una declaración política expresa de que el gobierno no avala eso, porque nadie me quita de la cabeza que hay ideología atrás, es para hacer daño nada más.
En este razonamiento, Buryaile pidió una condena enfática de parte de la autoridades a estos hechos: “Lo que hay que hacer es una declaración. Paremos, terminemos con los odiadores”, reclamó.
Una vez que estos proyectos por separados o unificados, sean votados en Diputados deben ser girados a la Cámara de Senadores, donde la voz cantante la lleva la vicepresidenta Cristina Fernández de Kircvner. Entones aparece la duda sobre la evolución de la iniciativa.
Pero Buryaile se tiene fe: “No creo que (Cristina) quiera parar esto, va a tener que explicarlo en tal caso. Que lo voten en diputados pero no en el Senado parecería que no habría derechos a los que viven en el campo o de la producción agropecuaria”.
De todos modos abrio el paraguas: “En 2008 el mayor error fue que no creíamos que se animaran a todos y se animaron”.