El año pasado fue bueno para las exportaciones de carne vacuna. Los envíos crecieron 10% y la facturación 13%. Todo a pesar de la caída que hubo, sobre todo en los valores pero también en los volúmenes, durante el último tramo de 2022, cuando se achicaron las compras de parte del mercado chino y del europeo.
Desde el inicio del 2023 se observa otra tendencia. Los operadores del negocio ganadero dan cuenta de que hay más interés de los exportadores por novillos y vacas, un poco por la menor oferta disponible pero sobre todo porque se volvieron a despertar las demandas de esos dos grandes clientes para la carne argentina.
El analista Víctor Tonelli espera que en adelante la demanda se siga afirmando porque hay señales de una reacción de la economía china. Ese país dejó atrás las restricciones para controlar el Covid y eso genera más movimiento económico y demanda de alimentos.
En tanto, los importadores europeos se preparan para la mayor demanda propia de la salida del invierno y por eso están pidiendo más carne.
Todo eso se refleja en los mejores valores nominales de novillos pesados y vacas. Esas categorías fueron las primeras en reaccionar en el mercado ganadero.
Escuchá la entrevista completa:
Tonelli también fue optimista respecto de las perspectivas para la cría. Dijo que si bien es claro que la seca afecta el estado de las vacas y de los terneros, lo que obliga a destetes precoces, ventas anticipadas y menos facturación, por otra parte es para destacar que “se espera este año un nuevo incremento en el destete”.
“En función de los datos que vamos relevando en las fundaciones de lucha contra la aftosa habría un incremento de 2 y 3 puntos porcentuales”, avisó. Vale destacar que el año pasado ese indicador llegó a 65% (65 terneros obtenidos de cada 100 vacas), lo que ya significó un crecimiento respecto de los promedios históricos.
Esto fue consecuencia del aprovechamiento que hicieron los ganaderos de los mejores precios que percibieron por las ventas de vacas para atender a la demanda china y también de los terneros. Ese incremento en la renta se tradujo en más tecnología y mejora en la eficiencia reproductiva.
Este aumento en la producción de la cría vacuna volvería a reducirse en 2024 consecuencia de la caída en la preñez por la seca todavía vigente. Pero el consultor confía en que la recría retomará la senda del crecimiento.
“El impulso a la eficiencia se ve mitigado por la seca. Pero si el clima mejora, que es lo que se espera, no me sorprendería que luego de 2024 apuntemos a 70% de índice de destete. Nos esperan años muy buenos en los que habría más hacienda para engordar, más producción y oferta de carne”, evaluó.