Si las palabras tienen su peso y los gestos deben leerse en clave política, el primer discurso de Javier Milei como presidente de los argentinos tuvo un rasgo singular para el sector agropecuario: el economista que comendará el Poder Ejecutivo Nacional hasta 2027 mencionó incontable cantidad de veces la palabra ajuste, preanunciando fuertes recortes del gasto público en los próximos meses, pero jamás se refirió a la necesidad de incrementar la producción, las exportaciones y por tanto los ingresos.
Fue llamativa la ausencia en su discurso de referencias concretas al agro, el campo, la minería o la industria. Pero eso importó poco y nada a la multitud que se había reunido frente al Congreso para recibirlo y acompañarlo en su tránsito hacia la Casa Rosada, donde deberá comenzar a tomar decisiones concretas. Tampoco pareció molestar demasiado a los dirigentes del sector agropecuario y a los productores, que siguen festejando más a quienes se fueron (el kirchnerismo que los confrontó durante 20 años) que a celebrar a los que están llegando.
Un comunicado de CRA conocido en las últimas horas fue gráfico en este sentido. Se refirió al gobierno que terminó de modo concluyente: “Ha sido duro, pasamos cuatro años de creciente pobreza, inseguridad, crisis económica, decadencia educativa, falta de defensa y respeto de la propiedad, degradación institucional, impunidad, corrupción, atropellos a la justicia, ausencia de federalismo, promesas truncas, relatos, moral resbaladiza, valores pisoteados, todo mal…” Respecto de lo que viene, los ruralistas fueron mucho más confusos: “Nos ofrece una oportunidad y estamos obligados a aprovecharla”, dijeron de modo acotado.
En este contexto, donde se celebra lo que se va y se ignora por ahora lo que viene, Milei pronunció su primer discurso como presidente sin hacer referencia a casi ninguna de las cosas que querrían escuchar los que integran la familia productiva argentina, más allá de que el ajuste será sobre el sector público y no sobre los actores privados, como tantas veces ha sucedido.
En un discurso cargado de la intencionalidad de dejar muy clara a la ciudadanía la durísima herencia que recibe, el flamante Presidente omitió por completo cualquier referencia a los productores de bienes, como son los productores. Pero a buen entendedor huelgan las palabras: en sus promesas de un fuerte ajuste para luego estabilizar las claves macroeconómicas y evitar así una hiperinflación, Milei está avisando a los privados que el Estado resolverá primero sus problemas para poder así “sacarle la pata de encima” a quienes producen y sostienen con sus impuestos el festival de gasto.
Eso es lo que parecen haber entendido los actores del negocio agropecuario. Tras el discurso, el titular de Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni, coincidió con el crudo análisis de la situación nacional aunque acotó: “Serán tiempos complejos y los productores esperamos que se nos den las condiciones para aportar con nuestro trabajo, producción y alimentos, para salir adelante. Como señaló, se puede comprender que haya un tiempo difícil, en el que será necesario escuchar a los distintos actores, para que aporten sus miradas para llegar cuanto antes a la luz al final del túnel que mencionó”.
Lo que hizo Milei, en definitiva, fue trazar un diagnóstico de crudo sobre la situación. Tan crudo que hasta él mismo afirmó que la realidad argentina ” parece irremontable”.
Con sentido ilusorio, pero sin evidencias, remarcó que “hoy comienza una nueva era. Damos por terminada la historia de declive y comenzamos el camino hacia la reconstrucción del país”. También intentó cerrar la grieta estéril con una imposición verbal, que no sabemos si dará resultados: “No hay vuelta atrás. Hoy enterramos décadas de peleas que lo único que han logrado es destruir nuestro país”.
Siempre dándole un tono trascendental a su llegada al Poder (llegó a comparar la última elección con la caída del Muro de Berlín), el Presidente enfatizó que “ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”.
¿A qué se refería? Por un lado a los déficit gemelos que deja el kirchnerismo, y que equivalen a 17 puntos del PBI (Producto Bruto Interno), de los cuales 15 puntos pertenecen al Tesoro y al Banco Central. Prometió entonces cortar con la emisión desmedida aplicada por las autoridades salientes, y que equivalen a casi 20 puntos del PBI, aunque aclaró que esta decisión no impactará de inmediato sobre los índices inflacionarios, sino que llevará de 18 a 24 meses encarrilar la situación.
Quiero felicitar al nuevo Presidente de la Nación, Javier Milei y a todos sus funcionarios. Después de años muy difíciles en los que el campo fue visto como enemigo, se cierra una etapa negativa para el sector. @JMilei @SociedadRural— Nicolás Pino (@NicolasPinoSRA) December 10, 2023
Milei advirtió que, de seguir el sendero actual, el país se dirigía a una inflación que podría llegar a niveles del 3.600% anual, y prometió “luchar contra uñas y dientes” para erradicarla, ya que si no se encarrilan estas variables -y con salarios medios pulverizados de apenas 300 dólares promedio- la pobreza podría trepar a 90% y la indigencia superar a la mitad de la población.
“No hay solución alternativa al ajuste”, repitió varias veces el Presidente, que además manifestó que será imposible para el país acceder a nuevo financiamiento (ya sea del mercado o del FMI), porque la gestión de Alberto y Cristina acumuló una deuda de 100 mil millones de dólares (en pesos y dólares), que se suma a la de 425 mil millones preexistente
“Nos han arruinado la vida. Nos han hecho caer por diez veces nuestro salarios”, enfatizó en otro tramo, poniéndose del lado de la población, a la que no le ocultó que vendrán tiempos todavía más difíciles. Por el contrario, Milei anticipó varios meses de estanflación, aunque prometió que este sería “el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina”.
“Cien años de fracaso no se deshacen en un día, pero un día se empieza y hoy es ese día”, sostuvo el flamante ocupante de la Rosada, volviendo a dar tonos fundacionales a su llegada al poder.
En ese tono dramático, Milei solo habló de ajuste pero no de producción ni de mayores exportaciones. Y mucho menos de agricultura.
Ahora, la #soja, el maiz etc etc , andá a vendérsela a #magoya, ¿sabés donde está?. Porque #XI JIN PING, te dice, #andá a tapizar tus dormitorios,
Pues XI JIN PING, nó hace negocios con los #nauseabundos #libertarios del hambre, la sumision, exclusión, social, atraso, entrega del Patrimonio(riquezas subyacentes, Litio, shale-gas, shale oil, minerales, reservas de agua naturales, etc etc.,
Viva la ¿qué? Carajo.
Ya cansan. No hay poronga que les venga bien. Una vergüenza lo que publican.