Aun teniendo una mirada netamente técnica sobre el cultivo del suelo, la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) también posee un interés por lo social. Al menos así lo cree Emilia Macor, futura ingeniera agrónoma y actual vicepresidenta de Aapresid Joven, quién junto a sus compañeros colabora para impulsar una agenda que le preste atención a la forma en que la entidad y el agro en general vehiculizan ese conocimiento técnico. En ese sentido, el mundo digital y las redes sociales se han convertido en una herramienta central.
“Es importante saber cómo impacta lo que nosotros hacemos en la sociedad, porque el campo no está separado de ella. Estamos todos juntos. Somos una misma comunidad agroalimentaria. Con las redes sociales uno tiene mucho más alcance hoy en día y ahí te das cuenta de que podés ser muy eficiente tranqueras adentro, pero si no llevás la información a los canales correctos de la manera correcta, la gente no se entera o se puede mal informar. Está bueno que todos sepan cómo se producen nuestros alimentos”, dijo Macor a Bichos de Campo.
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Y el uso de ese universo digital también permite que lleguen al campo la agenda y las preocupaciones de quienes viven en las ciudades, muchas de las cuales tienen que ver hoy con el cuidado del medio ambiente.
“Yo empecé a ir a los congresos de Aapresid en 2018. En ese momento vi presente la visión de la sustentabilidad ambiental, pero no tan fuerte y pujante como ahora. Con los años me sorprendí de cómo esa visión se extendió. Creo que hubo un cambio de chip ya que vamos mirando hacia una sustentabilidad ambiental para reparar daños anteriores y cuidar el futuro que viene. Los recursos que hoy tenemos son préstamo de quienes vendrán después”, sostuvo la joven.
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A continuación Macor agregó: “De acá en adelante, el trabajo de un ingeniero agrónomo, de un veterinario, de alguien que trabaja en el campo, no va a estar cerrado la producción solamente. Van a tener lugar todos los profesionales para estudiar qué hay abajo del suelo. Nosotros no vemos los microorganismos a simple vista, necesitamos un microbiólogo, necesitamos un biólogo, un físico que trabaje junto con un agrónomo y un productor. No es que la profesión se va a volver obsoleta, para nada. Se va reinventar y de hecho está pasando. Vamos hacia una visión holística de la producción”.
En esa reinvención, la comunicación y el ida y vuelta entre los distintos actores del sector agroalimentario serán claves para actualizar las prácticas tradicionales, hacia otras más sostenibles.
“Aapresid como institución está visualizando por ejemplo el problema de que la labranza convencional está aumentando en superficie de hectáreas. Pero no podemos juzgar al otro solamente viendo qué hace. Le preguntas al productor por qué volvió y te dice que por tema costos. Esas son cosas que tenemos que ver cómo abordar. Lo mismo con la aplicación de la siembra directa haciendo monocultivo de soja. Tampoco estamos siendo sustentables”, indicó la vicepresidenta.
“El tema vamos a tener que seguirlo charlando, es algo en construcción. La sustentabilidad no se define de un momento para el otro y tampoco es igual en todos los sistemas. Es una cuestión de adaptación, de construcción, de equivocarse, de aprender. Lo que sabemos hoy no es quizás lo que sabremos en cinco o diez años. Ni siquiera hay una verdad absoluta en la ciencia. Creo que acá los jóvenes tenemos un rol fundamental en transmitir eso a la sociedad y en nutrir el debate social. Ahí es donde siempre trato de contagiar las ganas de participar. Los invitamos a todos”, concluyó Macor.