El presidente de la Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA), Miguel Schiariti, reveló que el Gobierno recibió presiones políticas para reabrir algunas de las cooperativas de trabajo que manejaban parte de la faena de bovinos en el conurbano bonaerense, y que constituyen una competencia desleal para el resto del sector.
En diálogo con Bichos de Campo, Schiariti mencionó en concreto los casos de la cooperativa que maneja el malogrado frigorífico Yaguané, en el partido de La Matanza, y la coopertaiva de Máximo Paz, cerrada desde hace seis meses por no poder cumplimentar los requisitos mínimos para operar en el sector. También destacó que esas “presiones” fueron rechazadas de plano por la Subsecretaría de Control Comercial Agropecuario (Succa), a cargo de Marcelo Rossi.
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En otro tramo de la entrevista, el dirigente industrial alertó que el nuevo plan oficial para blanquear el negocio de la carne corre peligro por una decisión de ARBA, la agencia recaudatoria bonaerense, que pretende convertir a los frigoríficos y matarifes del Conurbano en agentes de retención de Ingresos Brutos que deberían pagar los agente minoristas. “ARBA pretende que la industria aumente su facturación entre 3 y 6% de acuerdo a cada cliente y retenga ese importe para la Provincia, pero es un hecho imposible”, avisó.