Los operadores de la cadena del trigo le tomaron el gustito al mercado libre y ahora hacen todo lo que el ex secretario kirchnerista Guillermo Moreno les impedía hacer años atrás: los productores venden cuando les place su cereal, las cerealeras compran y exportan ese trigo sin limitaciones, y los molinos que atienden el abasto local deben salir a pujar por el grano, elevando los precios. Un paraíso.
¿Pero quién dice que no están jugando con fuego? Es decir, ¿quien nos asegura al resto de los argentinos que de tanta competencia que existe ahora por el cereal no pueda llegar a faltar trigo en el mercado local y se disparen los precios mucho más de lo que lo hicieron hasta el momento?
La pregunta cobra sentido si se toma nota del informe sobre el mercado de trigo de la campaña 2017/18 que publicó esta semana la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). El trabajo empieza diciendo que “el acelerado ritmo de compras ya cubre el 84% de la producción, superando en 7 puntos porcentuales el ritmo promedio de los últimos 5 años”.
¿Qué quiere decir? Que solo queda 16% del trigo disponible para vender, y que ese trigo pendiente debería alcanzar para cubrir la demanda de lo que queda de julio, de agosto, de septiembre, de octubre y de noviembre, hasta que ingresen los lotes del trigo de la nueva cosecha 2018/19.
“Como se viene observando en los últimos meses, la campaña de trigo 2017/18 se caracteriza por su acelerado ritmo de compras, tanto del sector exportador como así también de las industrias molineras. De acuerdo a datos del Ministerio de Agroindustria, al 27 de junio se llevaban compradas 14,6 millones de toneladas del cereal, de las cuales 11,2 fueron adquiridas por el sector exportador y 3,4 por la molinería”, afirma el trabajo de la BCR.
Revisemos los números oficiales. La producción de trigo fue de 17,5 millones de toneladas y de ellas hay 14,6 millones de toneladas que fueron vendidas por el sector productor tanto a molinos como a cerealeras. Esto implica que quedarían solo poco más de 2,1 millones de toneladas para vender (haciendo el descuento respectivo para semillas). Y la demanda de los molinos se estima en unas 500 mil toneladas por mes. De aquí a que entre el “trigo nuevo”, se nota mucho la justeza.
Para los analistas de la BCR, “lo que llama la atención es que incluso con una producción que fue 700 mil toneladas menor a la de la campaña anterior, las compras actuales están superando a las del año pasado a la misma altura”.
En rigor, según este cuadro, el ritmo de ventas está 6 puntos porcentuales por encima del ciclo anterior, y 7 puntos por encima del promedio de los últimos 5 años.
“A la fecha mencionada, sólo quedan 2,1 millones de toneladas de trigo 17/18 para ser negociadas frente a las 3,2 millones del año pasado. Esto podría generar dificultades para ciertos abastecimientos, tanto para consumo (humano e industrial) como así también para exportación”, advierte sin rodeos el informe de la bolsa.
Ver: A todo trigo: La cosecha 2018/19 viene fenómeno, pero antes hay que llega
También queda claro que los que están jugando a punto tal de forzar las cosas son los exportadores. En ese sentido, el informe indica que “la sumatoria de las exportaciones de trigo y de harina de trigo se encuentra en un valor ampliamente mayor al promedio de las últimas campañas”.
Entre diciembre de 2017 y mayo de 2018 Argentina lleva exportadas 8,9 millones de toneladas de trigo y 343 mil toneladas de harina, totalizando 9,23 millones de toneladas. “Esto es un 4,8% superior a lo que se registraba el año pasado a la misma altura, y más del doble del promedio de los últimos 5 años”, indicó el trabajo.
“Este contexto hace que la oferta del trigo 17/18 se encuentre muy ajustada en relación a la demanda, al punto que se estima que los stocks finales podrían llegar a ser de los más bajos que se tienen registros”, advirtió la BCR., que añadió: “Al menos este será el panorama hasta que comiencen a cosecharse los primeros lotes de trigo 2018/2019”, lo que sucedería a fines de noviembre y comienzos de diciembre próximo.
Respecto de la cosecha 2018/19, que debería venir para emprolijar las cosas, la Bolsa de Rosario indica que el panorama pinta lindo. “Con un avance de siembra cercano al 80% a la fecha, que supera el promedio de los últimos cinco años, es muy probable que puedan concretarse los planes de 6,1 millones de hectáreas de trigo”. Desde ámbitos oficiales se calculó que, de concretarse ese nivel de siembra, la cosecha podría llegar a la cifra récord de 19 millones de toneladas.