El productor ganadero puede estar representado en muchas figuras: puede ser criador, invernador o feedlotero. Lo que hoy asemeja a todos ellos es que perciben un 2020 complicado por los números ajustados que arroja el negocio.
“Es todo un tema de expectativas y sobre quién tiene la capacidad de ahorro hoy en día. El sector ganadero no tiene demasiada. A lo sumo puede llegar a reinvertir algo, pero no estamos hablando de un ahorro del tipo ‘cargar dos jaulas de novillos y poner ese dinero en un plazo fijo o salir a comprar dólares por esa cantidad'”, nos ice el productor y consultor ganadero Matías Sara, más conocido en las redes sociales como Contalito.
“Hablamos de un sector en el que la rentabilidad es bastante fina, al menos en la cría. La invernada también, bastante regular, y el feedlot con los números en rojo y los márgenes extremadamente finitos”, resume el especialista.
De acuerdo al análisis de Sara, como balance ganadero del 2019, “al criador le volvió a pasar un 2018 por encima, porque tuvo en 2019 los mismos precios que en 2018, que fueron muy flojos para los terneros y terneras. La faena en 2019 fue muy alta, casi igual a la del 2018, que había sido alta por la sequía, con la diferencia de que tener un mismo nivel de faena, pero sin sequía, es una barbaridad”.
Sara marcó que, de todos modos, para el criador “se acomodaron un poco los números gracias a los muy buenos precios que tuvo la vaca en general, con una demanda exportadora muy sostenida, que permitió que los balances de los establecimientos de cría no terminaran todos en rojo”.
Ahora bien, eso duró hasta mitad de 2019, con buen clima mediante. Sara marcó que “en las últimas semanas se volvió a complicar todo de vuelta. Comenzamos a ver regiones con sequías incipientes, lluvias erráticas, y este Niño Neutro que ya nos cantaban los meteorólogos, tiende a ser no sólo peor que el inicio del 2020, sino que será más bien tirando a seco, y esto en ganadería implica que tendremos altas tasas de faena, con la demanda local hecha pelota y con precios tirados”.
-¿Volverá a aumentar el precio de la hacienda?
-Sí -respondió Sara-. Volverá a aumentar como lo viene haciendo hasta ahora. Lo que hizo el mercado en los últimos dos años, es atrasarse respecto de la inflación y acumular presión. En algún momento el mercado dirá: ´Bueno esto está demasiado barato. Podemos pagar más´. Ahí el precio subirá rápido y todo el mundo se asustará. De ahí en adelante la hacienda irá perdiendo valor real contra la inflación. Eso es lo que seguirá pasando, y cada vez con ciclos más rápidos, porque la expectativa es cada vez peor y la incertidumbre es cada vez más grande.
Escuchá la primera parte del reportaje a Matías Sara:
El asesor ganadero explicó que la coyuntura no colabora. “Si desde la política nos dicen ‘en cualquier momento te cierro las exportaciones’, lo primero que leemos los productores es que hacer novillo pesado para exportación no es una opción brillante, y lo mismo el guardar vaquillonas como madres para tener terneros dentro de dos o tres años. Si entonces tengo la posibilidad de hacer otra cosa con mi campo que no sea cría, recría y engorde, posiblemente me convenga sentarme y sacar números”, explicó.
Sara percibe por delante “una incertidumbre que nos seguirá dando faenas altas, de las cuales un alto porcentaje seguirán siendo hembras, y eso nos seguirá dando precios bajos”.
“Todos estaremos vendiendo porque sabremos que las cosas no andarán bien. Esto ya lo vimos en 2008 y 2009, que terminó con una explosión de precios en 2011. Lo vimos también en la sequía de 2012/13 que dio una enorme suba hacia 2014. Y es lo que seguiremos viendo siempre que tengamos mal alineados los incentivos y las expectativas”.
Escuchá la segunda parte del reportaje a Matías Sara:
El negocio ganadera para 2020 estará, según Matías, “más flojo de lo que estuvo en 2019”.
“Desde agosto de 2018 y durante todo 2019 tuvimos una aspiradora mundial de carne como China, que tenía un faltante importante de cerdos, lo que hizo que demandara carne de cualquier lugar del mundo. Pero ya en diciembre mostró algo parecido a un techo. La bonanza de precios internacionales y de compradores chinos llevándose lo que sea, ya no vamos a verla”, vaticinó.
–¿Qué le recomendaría al productor ganadero en cuanto a la lógica de cómo producir de acá en adelante?
-Si el ganadero sobrevivió en Argentina a los años 2007, 2008 y 2009, ahora no lo mata ni una bomba atómica. Lo que hará es tomar una táctica defensiva y pensará en que todo lo que pueda invertir en su establecimiento será para producir la misma cantidad con costos menores, y no más cantidad con los mismos costos que tiene ahora.