Con más de cien sociedades rurales afiliadas, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) es la entidad gremial agropecuaria más numerosas de la Argentina y aporta la tercera parte de las bases de CRA.
En los próximos días, su actual presidente Matías De Velazco tendrá que dejar su cargo porque ya cumplió dos períodos y no puede ser reelecto, según lo establecido por el estatuto. No es algo que él vea mal; por el contrario. En diálogo con Bichos de Campo opinó que le parece sana una rotación dirigencial. “Veo bien una renovación así la gente no se acomoda en el sillón para siempre”, expresó.
Son muchos los intendentes concejales, legisladores y consejeros escolares que quieren volver a las reelecciones indefinidas y evitar la Ley 14.836 sancionada en 2016 que puso fin a tal práctica. Al respecto de Velazco fue contundente y manifestó que le parece sano que haya rotación. “Hay que renovar y no atornillarse a las instituciones; hay vida después de ellas”, resaltó.
Los dos mandatos de De Velazco convivieron con dos gobiernos de muy distintos signo político: el de Mauricio Macri y el de Alberto Fernández. Aunque reconoce los matices, el dirigente cree que hay un denominador común: que los dirigentes de ambos sectores y sus militancias buscan terminar viviendo a costas del Estado.
“El tamaño que adquirió el Estado y esa concepción de país es lo que hace que tengamos una enorme presión fiscal impositiva. El día que haya un alzamiento de todos los privados en contra de esta situación, recién ahí creo que se podría llegar a cambiar algo”, sentenció.
Mirá la entrevista completa a Matías de Velazco:
Sin tapujos, de Velazco dio a entender que además de batallar con una alta presión fiscal también hay que enfrentarse a una baja calidad dirigencial política. Como ejemplo puso el reciente reemplazo de Guillermo Nielsen por el diputado santacruceño Pablo González al frente de YPF.
“No puede ser que una persona ocupe roles tan diversos en el Estado y conocimientos tan amplios y pasar de minería a energía atómica y de ahí a Agricultura”, se quejó. Agregó que “esto es un mal enquistado en la mentalidad de los argentinos y no importa de qué espacio político seamos. Es un problema cultural de toda la Argentina”, disparó.
El productor de la zona bonaerense de González Chávez se mostró cansado: “Por más ímpetu que pongamos en trabajar y pagar impuestos, la renovación de los que piensan mal es continua y siempre nos ganan. Por eso veo un futuro complicado hasta que no pase algo que cambie realmente las cosas. Creo que muchas veces la conducta de una sociedad cambia cuando toca un extremo; hasta tanto no pase eso nada va a cambiar”.
-Y entonces, si el estado de cosas es tan grave… ¿Por qué hay tan poca participación de los productores en sus entidades gremiales?
Para el ingeniero agrónomo, la idiosincracia del productor lo lleva a estar tranqueras adentro y a que el objetivo de su vida sea producir mas, lo que por un lado es un beneficio para la Argentina pero al mismo tiempo, advirtió, “es lo que hace débil al propio agro”.
“Estar atomizado puede ser bueno, pero si (el productor) está muy encerrado en la producción no se preocupa por la defensa gremial y ahí, en esa debilidad, es donde muchos políticos se aprovechan”, reflexionó.
“El agro es un sector muy orgulloso que no anda pidiendo ayudas del Estado, por eso cuando le mojás la oreja, como cuando Cristina Fernández insultó al sector, eso hace que este se aglutine y salga desde atrás de las tranqueras. Por ahora el gobierno no sale a enfrentarlo directamente. Porque sabe que si lo hace el sector se va a encolumnar, sin ninguna duda”, dijo contundente el presidente de Carbap.
De algún modo, de Velazco siente que el gobierno de Alberto Fernández sale a provocar lo justo y necesario porque aprendió la lección del 2008 con el conflicto en torno a las retenciones móviles. “El gobierno sabe que el gordo es bueno hasta que se enoja, pero sabe también qué es lo que lo hace enojar”, resumió.
“Por eso yo quisiera de una vez por de todas deje de ser el gobierno de Cristina y Alberto y pase a ser el gobierno de Alberto. Quiero creer que hay un ala más racional dentro del gobierno”, remató, reclamando al presidente que establezca un modo de relacionarse con el agro más maduro.
A un año de gestión, de Velazco reclamó: “Ya es tiempo de que el presidente de la Nación le suelte la mano a esos sectores tan talibanes, irracionales y militantes que tiene en su espacio político y de los cuales Cristina Fernández de Kirchner es parte”.
De lo contrario, según la mirada de este ruralista, la clase política de la Argentina le sigue dando la espalda al sector agropecuario y en vez de verlo como una cualidad sobre la cual pararse para construir más lo mira para sacarle más. “Es un país que no explota ni potencia sus cualidades”, argumenta el dirigente.
A modo de reflejar este dejo de desprecio social y político hacia el campo, de Velazco recordó una anécdota: “Una vez vino a Carbap el embajador de Nueva Zelanda y cuando nos dio su tarjeta, de un lado tenía sus datos personales pero en el anverso de la misma tenía el símbolo de su equipo de rugby, los All Blacks. Con esto te quiero decir que es un país que toma sus cualidades, lo que presente en su ADN y lo potencia”.
“Argentina tiene un lucro cesante enorme por la forma de pensar de los argentinos, y más de los que llegan al gobierno. Fijate vos que todavía estamos hablando de oligarquías y terratenientes en el año 2021, cuando eso es algo que terminó hace 100 años, porque la mayor producción del país es llevada adelante por pequeños productores. Pero hay gente del gobierno que explota eso con fines demagógicos para llamar a la población a pelear contra el campo, contra ´la oligarquía´, cuando en realidad los oligarcas son ellos”, dijo tajante.
-¿Y qué te gustaría que figurara en el anverso de una tarjeta de un funcionario argentino que se junta con productores de Nueva Zelanda?
-Debería figurar algo que relacione al campo con la industria y los servicios, sin ninguna duda. Uno no puede renegar de lo que tiene en su genotipo y la información genética de Argentina es que es un país productor. Otra cosa que debería figurar en ese anverso es algo que refleje que somos sobrevivientes, porque la verdad que ser empresario en Argentina habla de un tipo que puede soportar todo tipo de calamidades, y eso es un tesoro, un valor agregado que tenemos los argentinos.