Las fuerzas de seguridad vienen haciendo mucha bulla en los medios con operativos donde secuestran cantidades pequeñas de soja o maíz que intentan ser contrabandeadas, y de vez en cuando también se escucha alguna noticia sobre operativos exitosos en materias de drogas. Pero esto que sucedió en Catamarca es más preocupante que todo aquello: se secuestraron unos 65 kilos de fibra de vicuña, la más fina del mundo.
En las últimas horas, efectivos de la Sección Belén, pertenecientes al Escuadrón 23 Tinogasta, interceptaron una camioneta “con características sospechosas” en cercanías al paraje Laguna Blanca. Se dirigieron al lugar y procedieron a realizar un control.
Dice una gacetilla oficial que “los funcionarios identificaron en la caja del rodado bolsas de arpillera y maletas con fibras de vicuña (producto preciado y costoso por la finura del pelo) motivo por el cual solicitaron al conductor la documentación que acredite el origen y tenencia de las mismas, pero este manifestó no poseerla. Personal de la Fuerza contabilizó la mercadería, acondicionada en 173 paquetes, con un peso final de 65 kilos”.
Es grave porque la vicuña es una especie históricamente amenazada, justamente porque su pelo es muy apreciado y la población de estos camélidos americanos ha sido víctima de esquilas que muchas veces implican la matanza de las poblaciones de vicuñas, que se estiman en o más de 2.000 ejemplares entre Argentina y Chile. Si no se conoce el origen de esa fibra -que ahora suele obtenerse con métodos de esquila racionales-, esa posibilidad está latente.
De cada animal adulto, en una esquila controlada, pueden obtenerse unos 400 granos de fibra. Es decir que en el caso de este secuestro estamos hablando de un operativo clandestino que habría involucrado no menos de 165 de estos camélidos.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, esta especie se encuentra bajo la denominación de “Preocupación menor”. Según la Convención Internacional Sobre el Tráfico de Especies Silvestres (CITES) esta especie se encuentra incluida en el Apéndice I, con excepción en Argentina, donde las poblaciones que fueron tranferidas al Apéndice II.
La provincia de Catamarca, donde se realizó el operativo y el secuestro de la mercadería, está a la punta en los planes de manejo sustentable para la preservación de la especie. Según datos oficiales, en 2021 se realizaron allí 20 operativos de esquila controlada, donde se obtuvieron casi 1.966 kilos (casi 2 toneladas) de fibra de vicuña. Eso pone en magnitud la importancia del secuestro: 65 kilos son más de 5% de la producción local.
El gobierno de Catamarca informó que si bien el precio de la fibra en bruto es variable, puede ser comercializada internacionalmente a un precio que oscila entre los 400 y 430 dólares por kilo. La cifra asciende a medida que se le agrega valor en hilados y tejidos. Esto da cuenta de que el valor de la mercadería secuestrada podría haber llegado a 25.000 dólares o más.
El órgano de aplicación y fiscalización de la política de esquilas controladas (se denominan “chakus”) es la Secretaría de Medio Ambiente de Catamarca. Su Departamento de Manejo de Vicuña se encarga de las esquilas comunitarias y fiscaliza las privadas y certifica los movimientos de fibra en bruto, entre otras actividades. Según se informó, “toda esquila de vicuñas debe ser programada y realizada en el lugar bajo la supervisión de un veedor” oficial. Incluso se emite a través de un sistema de trazabilidad un COLT (Certificado de Origen y Legítima Tenencia) para cada movimiento de la fibra.
En el caso interviene el Juzgado Federal de Catamarca. Esperemos se informe no solo del secuestro sino los resultados de esta investigación.