Los resultados económicos son dispares en la cadena lechera en función de los datos de abril. El sector comercial remarcó en la venta minorista más de lo que pagó a las industrias, que tuvieron un balance positivo mientras que los perdedores fueron los productores.
En la cadena lechera, al igual que en tantas otras que no tienen mercados institucionalizados ni opciones comerciales variadas, como sí sucede con los granos, las pérdidas se trasladan al primer eslabón o el último orejón del tarro, lo que explica el achique y cierre de tambos, aunque muchas veces ese proceso también responde a otras cuestiones como por caso la falta de sucesores para su gestión.
Según datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), pese a la formidable caída de las ventas en abril el comercio obtuvo un resultado positivo de 30.387 millones de pesos, la industria obtuvo 33.696 millones de pesos, mientras que los productores perdieron 3.309 millones de pesos, sobre un valor creado de 34.469 millones. Esto significa que están 10% debajo de la línea de flotación.
Estas pérdidas tiene mucho que ver con la caída en el nivel de facturación como consecuencia de la menor producción. La oferta de leche se redujo 15% en el primer cuatrimestre y si bien el precio de litro aumentó no lo hizo de forma suficiente como para compensar la caída de las cantidades que generaron los tambos. Así la facturación se redujo más de 10%.
Visto de otro modo, entre el comercio y la industria ganaron 20 veces lo que perdieron los tamberos.
Por eso desde el OCLA dijeron: “El sector primario tiene un resultado negativo de 3.309 millones de pesos (unos 4,6 pesos por litro), lo que indicaría un precio de equilibrio necesario en torno de los 365 pesos para cubrir todos los costos operativos y el costo de oportunidad del capital”. En abril el precio que cobraron los productores fue de 359 pesos.
Esto que le pasa a la lechería le sucede a tantas otras cadenas comerciales de economías regionales, como por caso la yerbatera, la citrícola o la del vino donde los productores entregan la mercadería y tienen muy poco poder de decisión sobre el precio y además sufren en muchos casos demoras en los pagos.
El productor y referente lechero de CRA, Eduardo García Maritano, no se cansa de repetir que la pelea por el precio no hace otra cosa que esconder la verdadera falla en la cadena láctea, que es el faltante de un mercado donde se encuentren la oferta y la demanda.