Martin Helbig pertenece a una reconocida familia de cabañeros del norte de Corrientes, pero últimamente también asesora a la Cabaña La Negrita, ubicada a unos 30 kilómetros de Posadas, en la provincia de Misiones. Lo que se ve de fondo en la nota que brindó a Bichos de Campo es el fruto de su trabajo: enormes toros de 2 años de edad que estaban por salir a la venta.
“En ganadería siempre se trata de terminar productos con valor agregado, sin olvidarnos de que estamos en la cría, que es la primera etapa donde se deben ir cumpliendo los diferentes resultados productivos”, contó el especialista.
Helbig puntualiza en que hacer ganadería en provincias como Misiones no es tarea sencilla si se compara con otras zonas del NEA. “Acá tenemos suelos muy ácidos con un PH bajo, por ende las leguminosas no funcionan y por eso tomamos pasturas megatérmicas, lo que nos permite tener una alta carga animal con una ganancia durante 5 a 6 meses al año, mientras que en el invierno evaluamos cómo compensar lo que nos falte. También tenemos grandes precipitaciones y altas temperaturas”, describe.
Mirá la entrevista completa a Martín Helbig:
El ganadero sostiene que se requiere de un trabajo con mucho orden en cuanto a los índices productivos, tales como los servicios y las identificaciones donde van marcados datos como su fecha de nacimiento, su peso al nacer, quiénes son su padre y su madre, entre otros.
Para Helbig, es clave tomar todas las mediciones necesarias para quien compre estos animales y así sepa que está comprando con seguridad. “Estos toros están registrados tanto en la Asociación Argentina de Brangus como en la Asociación Braford Argentina“, remarca.
Sin embargo, Helbig asegura: “Todo es posible. Con las herramientas con las que contamos podemos lograr un toro de dos años y hay vacas que con 18 meses ya pudieron recibir su primer servicio, así que se puede”.
Criado dentro de los corrales desde muy pequeño pues su familia fundó en Virasoro la prestigiosa cabaña Tavé Retá, Helbig afirma “soy ganadero de alma”
, al tiempo que se siente parte de un nuevo desafío: el colonizar nuevas zonas para la ganadería. En su relato explica que en los asesoramientos que hace a empresas de la zona también intenta la incorporación de la ganadería forestal. “Tanto la ganadería como la actividad silvopastoril son actividades que van muy de la mano y que nos permite tener dos producciones en un mismo lugar”, resalta.