Suele decirse que sentir “mariposas en la panza” es un signo de enamoramiento, y nadie puede negar que se trata de un síntoma satisfactorio. De igual forma, ver mariposas es un jardín es también un buen signo, que en ese caso denotan un ambiente fértil y lleno de biodiversidad. Lo destacó un informe publicado nada menos que por el servicio de difusión de noticias de la Presidencia de la Nación.
Al igual que las abejas, las mariposas recurren a las flores para alimentarse de ellas y oficiar de polinizadores. Y si bien este ciclo se da en forma natural en espacios verdes, existen formas de promover el desarrollo de esa biodiversidad en ambientes urbanos y generar hábitats ideales para estos insectos.
“Lo interesante de los jardines que atraen mariposas diurnas es que éstas colaboran junto con las abejas en la polinización de las plantas y no se comportan como insectos plaga. Si incluimos en los espacios verdes plantas hospederas y plantas con flores es posible atraer numerosas especies de mariposas diurnas que vendrán a alimentarse, pero también a poner sus huevos pudiendo realizar su ciclo completo generación tras generación”, explicó en el informe Bárbara Pidal, investigadora del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA Castelar.
En este sentido, desde INTA elaboraron una serie de pautas para lograr estos espacios. En primer lugar es importante aclarar que cada especie de mariposa busca un tipo de planta hospedera, o un pequeño grupo de plantas emparentadas, ya que solo pueden alimentarse de un mismo genéro o familia botánica.
Entre esas familias se destacan las Asclepias sp., la Aristolochia triangularis o “Mil hombres”, Austroeupatorium inulifolium “Mariposera” y la Passiflora coerulea “Mburucuya”.
Por su parte, las plantas nutricias o con flores son aquellas que abastecen de néctar a las mariposas diurnas en su estado adulto. Suelen ser atraídas por las de colores fuertes y de perfume suave y agradable. La oferta de flores y plantas hospederas permite que las mariposas vivan en el jardín generación tras generación.
Las plantas con flor preferidas por las mariposas son Euryops chrysanthemoides “Margarita amarilla”, Lantana cámara o “Lantana”, Salvia guaranitica “Salvia azul” y Glandularia peruviana “Margarita punzó”.
¿Qué es lo que le atrae a las mariposas de estas flores? Los colores (suelen sentirse más atraídas por los rojos que los naranjas y amarillos, así como los tonos violeta y azul), el poco perfume y con corolas con forma tubulosa para poder introducir su espiritrompa y llegar fácilmente al néctar.
Para sumar algunas de estas plantas a tu jardín, Bárbara Pidal recomendó acercarse a la Red de Viveros de Plantas Nativas, al vivero municipal o al de la reserva natural más cercana y consultar si tienen plantas hospederas y alimento de mariposas adulto, para planificar atraerlas a un determinado espacio.