Pasaron las elecciones en la provincia de Santa Fe y ya se sabe con absoluta claridad que, por voluntad popular, a partir de noviembre habrá un cambio rotundo en el rumbo de la gestión, pues Maximiliano Pullaro se impuso con total contundencia frente a la fórmula de continuidad que ofrecía el peronismo local comandado por el actual gobernador Omar Perotti.
En materia de política agropecuaria, ¿qué implicaría este cambio? Con María Eugenia Carrizo, que es la actual secretaria de Agroalimentos de la Provincia de Santa Fe, hablamos antes de los comicios, previendo este resultado pero sin que estuviera confirmado. Allí ella, que es la primera mujer en ocupar ese cargo en la provincia, que además viene de hacer una carrera desde abajo en la función pública, pidió expresamente que la nueva gestión trate de dar continuidad a un par de políticas que, a su modo de ver, son las correctas.
“Yo soy ingeniera agrónoma. Docente universitaria en la Facultad de Agronomía en la Universidad Nacional del Litoral, en Esperanza. Sigo siendo docente, con dedicación reducida ahora, porque me invitaron a participar en el gobierno de Omar Perotti para trabajar inicialmente en lo que era la Secretaría de Ciencia y Tecnología, en todo lo que tenía que ver la transferencia desde la ciencia al sector productivo.
-¿Te engañaron? Porque te mandaron a trabajar en la trinchera agropecuaria después… Y en el medio de la peor sequía.
-Bueno, hubo algunas renuncias de funcionarios, cambié de puesto y después lamentablemente falleció el doctor Jorge Torelli (ella reemplazó al ex secretario, que venía de la industria frigorífica).
Mirá la entrevista con María Eugenia Carrizo:
En el marco de la exposición rural de San Justo, la charla con Carrizo tiene tonos de despedida, pues ya habían pasado las primarias que insinuaban con contundencia el triunfo de Pullaro.
-Debe ser bastante ingrato ser funcionaria provincial, porque yo sé que muy poco de la política agropecuaria la pueden decidir las provincias. Hay poco margen de discutir algunas cosas como las retenciones.
-Pero es un desafío enorme y una contribución que uno puede hacer desde un perfil más técnico. El desafío es tratar de dejar algo. Yo siempre estoy como haciendo un balance de nuestra gestión y creo que he trabajado con el equipo, de Daniel Costamagna con mucho diálogo. Pero el contexto es muy complicado. Tenemos las retenciones, tenemos los distintos dólares, hemos transitado la sequía más grande que ha sufrido Santa Fe y que no se concentró en un solo lugar ni en una sola actividad. Nos ha pegado a lo largo y a lo ancho de toda la provincia. Santa Fe siempre estuvo en el mapa en rojo, a lo largo y ancho.
Queda claro que Carrizo siente dos situaciones que parecen contradictorias pero no lo son: siente que han hecho mucho pero a la vez sabe que no ha sido suficiente.
Frente a la impiadosa sequía, rscata que “nosotros hemos trabajado en distintas aristas para acompañar a la producción agropecuaria. Uno de los de los pilares que hemos tenido ha sido trabajar con las agencias y asociaciones para el desarrollo en Santa Fe. La provincia tiene 30 agencias que son público privadas, mediante las cuales otorgamos créditos a los productores. Estamos entregando créditos a tasa cero con plazos de gracia que van hasta un año para que los productores puedan recomponer capital de trabajo”, cuenta.
La funcionaria estima que en todas las actividades se han gestionado créditos a tasa cero por una cifra que ya está superando los 4 mil millones de peso. Y destaca que “cuando los productores después devuelvan los créditos, ese fondo se va a constituir en cada asociación y otros productores van a poder tomar esos créditos”.
“Los productores deben custodiar esos fondos, que deben volver para tomar otros crédito, para que otros productores puedan tener este tipo de asistencia para pequeños y medianos productores con tasa cero. ¿Eso no existe hoy no? Además el mecanismo para tomar el crédito es distinto al de un sistema bancario”, destaca. Primer pedido de conservar algo de lo ya hecho.
Carrizo defiende con uñas y dientes las ayudas que el gobierno instrumentó también en la zona más crítica de las que afectó la sequía, el norte provincial, en especial para la distribución de agua a pequeños ganaderos que luego de tres años de sequía agotaron sus reservas de ese fluido elemental.
“Hay distintas tomas de agua en distintos puntos del departamento y a veces las distancias son de 5 kilómetros, pero a veces son 30 o 40 kilómetros. Entonces ahí es como que vamos haciendo una ingeniería con los presidentes comunales, con las instituciones, para tratar de acortar las distancias. También hay mucha solidaridad entre los productores, el que tiene agua a través de alguna perforación, le permite a otro productor que está más alejado, que no tiene agua de calidad, poder acortar distancias”, destaca.
Luego dirá que: “Nosotros dejamos algunas cuestiones planteadas, todo lo que tiene que ver la transparencia en la asignación de créditos. Nosotros hemos hemos trabajado fuerte en esto. Hoy dejamos todas las asociaciones dotadas de muchos fondos con un esquema de trabajo para acompañar al productor con créditos, que todos los productores tengan la misma posibilidad”.
-¿La mortandad de hacienda ha sido tan grave como parece en esas fotos de animales muertos que se difunden?
–Mirá, yo puntualmente he consultado al Senasa y no hay un reporte de grandes índices de mortalidad. La mortalidad la debe declarar el productor y en ese sentido no tenemos datos oficiales. Lo que si se puede ver que hay el estado de la hacienda es regular, en algunos casos está un poco mejor, en otros lugares un poco peor. Estamos charlando mucho con la gente de INTA, y es necesario que el productor también trabajen todo lo que tienen que ver los esquemas de manejo de las cargas, poder destetar a tiempo y no comprometer tanto al ternero como a la vaca.
Allí llega la segunda gran línea de acción que a Carrizo le gustaría suceda a los cambios de mando en el gobierno. “Nosotros en Santa Fe hemos trabajado allá en enero del 2022 una nueva Ley de Emergencia Agropecuaria por pedido de las entidades, que hoy duerme en la Cámara de Diputados. La ley prevé un esquema para trabajar fuertemente en prevención. Eso es acompañar verdaderamente al sector productivo, porque si no, cuando ya sucede una inundación o una sequía como esta, ya está el daño hecho”.
“El productor lo que tiene que hacer es prepararse y el Estado acá podría acompañar a través de un financiamiento con tasas blandas o con aportes no reintegrables para que el productor prepare su sistema productivo. Ahí está la clave”, insistió.
-¿No debiera ser ese el aprendizaje de estos tres años de sequía?
-Exactamente. Pero lamentablemente tenemos una ley aprobada por unanimidad el 30 de diciembre de 2022 y la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe no le da tratamiento a una ley que, como dice el gobernador, una ley que puede tener mejoras pero no demoras. Si hay algunos aspectos que no gustan o que pueden ser mejorados, que lo hagan.
-Estamos hablando como si esto se fuera a terminar. Entiendo que se termina un ciclo político y que en diciembre habrá cambios, pero debería ser lo lógico que el Estado mantenga la buenas cosas de las gestiones anteriores.
-También desde mi secretaría hemos trabajado fuertemente en distintas mesas: la mesa lechera, la mesa ganadera… Dejamos instauradas en todas las mesas las políticas públicas que son necesarias y que deben continuar, más allá de que hoy estén o no Daniel Costamagna y María Eugenia Carrizo. Hemos tenido un gran vínculo con el sector, con las entidades, con los empresarios, para que los que vengan puedan seguir trabajando sobre esas bases.