Mientras todos hablaban de “Tom y Jerry” durante el paso por el Congreso del jefe de Gabinete, Marcos Peña, para su habitual informe de gestión frente a los legisladores, hubo un diputado que le peguntó al alter ego del presidente Mauricio Macri por la situación de los tamberos que pierden dinero desde hace meses, porque cobran por debajo de sus costos. De la extensa respuesta que brindó por escrito el funcionario quedó clara una sola cosa: el Gobierno no piensa intervenir y lo único que les queda esperar a los productores es el “efecto derrame” de la exportación.
“Si bien la devaluación generó un alza de costos a los productores, que se sumó a una situación que ya venía difícil por la sequía y los temporales, también generó un aumento de competitividad para las exportaciones que ya venían en alza. Esperamos que la contribución de las ventas al exterior permitirá una recuperación más rápida del precio al productor”.
Ni un Power Point le quedaría al gobierno para enfrentar la crisis lechera
Esa, así de sencilla y terminante, fue al respuesta del número dos del gobierno de Macri a las preguntas mucho más terrenales que le formuló el diputado peronista Juan José Bahillo, ex intendente de Gualeguaychú e integrante de interbloque Argentina Federal. Bahillo lleva las riendas además de un tambo que forma parte de una Pyme familiar que tiene 52 años de antigüedad, y que se dedica a la fabricación y ventas de helados, alfajores y tortas de repostería en Entre Ríos.
En realidad, la respuesta del jefe de gabinete fue más extensa, pero lo sustancial es eso y dentro de los carillas que ocupa hay mucho de balance de gestión más que elementos que ayuden a resolver la discusión concreta: ¿Cuánto se debe pagar la leche al productor para que no siga perdiendo plata?
Más bien, como síntomas de una recuperación tras casi cuatro años de crisis lechera, Peña enarboló los datos que seguramente le acercó el subsecretario de Lechería, Alejandro Sammartino. Tomada así, se parece a Disneyworld la lechería: “Hoy el sector se encuentra con una producción nacional que crece a una tasa que supera el 8% en los primeros siete meses del año, con exportaciones que crecen arriba del 25% en forma interanual y con un precio de la leche al productor que se viene recuperando luego de la devaluación y que estimamos que alcanzará un valor en dólares similar a los niveles de abril pasado”, indicaba.
Presidente, disculpe: Hay algo que usted debería saber sobre lechería
“No todos los actores están obligados a exportar. La lógica que se ha probado acá y en el mundo es que el proceso exportador ayuda a ordenar al sector y evitar que se llegue la sobreoferta tantas veces ocurrida. Por otro lado, los precios gradualmente convergen hacia los valores del mercado externo. Esta lógica está siendo validada”, enfatizó el funcionario, indicando que los precios al productor subieron 28% en forma interanual, aunque evitando referirse a cuánto lo hicieron los costos.
Según la visión oficial, “el precio al productor se seguirá recuperando en los próximos meses como producto del aumento de la capacidad de pago de las exportaciones y la necesidad de recomponer el precio al productor de la distorsión relativa en relación al maíz y la soja”
Peña luego enumeró una serie de acciones que nada tienen que ver con la que reclaman los tamberos ni con lo que preguntaba Bahillo en materia de precios. Desde hace años, los productores reclaman que el Estado haga de árbitro entre ellos, industrias lácteas y supermercados para que una mejor porción de lo que pagan los consumidores argentinos por los lácteos se derrame al primer eslabón de la cadena, al menos compensando los costos productivos.
Según Peña, en cambio, se está trabajando en:
- Una política clara comercial de promoción de nuevos mercados, la construcción de una plataforma comercial que transparente los procesos entre industria y producción (SIGLEA), la inclusión de industrias y tambos en el sistema, la generación de una estadística sectorial para la mejor toma de decisión;
- través de la Mesa de Competitividad con una agenda de trabajo en común (ejes de transparencia, competitividad y mercados) y del Consejo Federal Lechero con las provincias productoras.
- recuperando competitividad en la producción primaria con medidas como: la baja de aranceles de importación de tecnología, mejor acceso al financiamiento (prenda ganadera, certificado productivo del SIGLEA y contrato de provisión de leche), promoción de nuevos grupos de Cambio Rural, programa nacional de calidad de leche, y el desarrollo de mercado a futuro para la leche.
- en materia de industria se relevó territorialmente más de 740 plantas que permitieron coordinar un programa de transformación productiva.
- Durante los últimos tres años se han otorgado créditos con bonificación de tasa por $670 millones de pesos, lo que implica un gasto de $67 millones en materia de subsidio. Son 1.423 productores beneficiarios de dicha acción. Para el año 2018 se tiene presupuestados $ 17,5 millones de pesos en subsidios de tasa, correspondientes a créditos otorgados en años anteriores.
- Fuera de lo que es la bonificación de tasa para la banca oficial, durante 2018 se han girado a la provincia de Santa Fe $100 millones (dos pagos de $50 millones) por medio de FONDAGRO para otorgar créditos a productores en emergencia en la provincia.
- Se trabaja en contacto permanente con el SENASA sobre temas como el Plan de Erradicación de Brucelosis, el ordenamiento de los Renspa lecheros y las acciones tendientes a conocer la evolución de la cantidad de cabezas con que cuenta el rodeo nacional.
- El SIGLEA contiene toda la facturación electrónica de más de 300 industrias a más de 7.500 rodeos registrados en SENASA (Renspas) de más de 6.600 empresas tamberas (CUITs) que representan el 79% de la leche producida en el país.
“Vamos por una lechería previsible con reglas que nunca tuvo, protagonista de los mercados, que genere divisas para el país y previsibilidad para el sector”, alardeó la respuesta del funcionario Peña al diputado y tambero Bahillo.
No aclaró con cuántos productores iba a funcionar esa pujante sector.