El veterinario Marcelo Rossi tuvo su paso en varias oportunidades por la función pública. Estuvo a cargo de la ex ONCCA hasta que en 2007 se le plantó a Guillermo Moreno, que entonces avanzaba con su plan de intervención sobre la cadena ganadera en el sector durante el gobierno de Néstor Kirchner. Y luego estuvo a cargo de la Dirección de Control Comercial Agropecuario durante la presidencia de Mauricio Macri, cuando el Estado logró avanzar bastante con la implementación de los controles electrónicos sobre la actividad de frigoríficos y molinos especialmente.
Rossi destacó los beneficios de aquellas medidas, que implicaron desde cámaras y cajas negras en las playas de faena de los frigoríficos y caudalímetros en los molinos harineros, entre otros mecanismos.
Cabe señalar que la informalidad en el sector harinero sigue siendo alta y que las empresas nucleadas en la FAIM (Federación Argentina de la Industria Molinera) venían reclamando el combate a ese tipo de modalidad comercial, pues se estima que la molienda “oscura” llega al 30% del total y les genera una competencia desleal a las firmas que operan en la legalidad.
Bichos de Campo preguntó a Rossi qué había sucedido con todo ese andamiaje de controles sobre dos sectores clave luego de su alejamiento de la gestión: El técnico de la UCR recordó que con esas medidas se lograron avances importantes, pues “se blanquearon millones y millones de pesos”, pero que lamentablemente “en esta última gestión predomina la intrascendencia”.
Escuchá la entrevista a Marcelo Rossi:
“Hace mucho que no hay políticas en el país que le den incentivos a la actividad, sobre todo a la producción, que requiere de previsibilidad. Lo que se hace hoy se ven como resultados en 3 o 4 años, y este gobierno te cambia a diario las reglas de juego”, lamentó el ex funcionario.
Rossi consideró que en los últimos meses se ha retrocedido bastante en materia de controles sobre los operadores informales de la cadena ganadera. “En materia de carne vacuna, se han incorporado ‘matriculines’ y ahí sí se dieron pasos atrás”, declaró en relación a que las nuevas autoridades de la Dirección de Control Comercial Agropecuario han vuelto a permitir la inscripción en el RUCA (Registro ünico de la Cadena Agroalimentaria) de operadores grises.
Hace rato que venimos avisando sobre la discrecionalidad. Definitivamente no hay transparencia en la Dirección de Control Comercial Agropecuario ni se hacen publicas las autorizaciones. Están pidiendo balances y resúmenes bancarios para nuevas matrículas. https://t.co/QBXmeoDVSB
— Marcelo Rossi (@marcelorossi52) January 31, 2022
Rossi fue crítico también de la política de control de las exportaciones de carne.
El ex funcionario se mostró asombrado por la capacidad que tiene la Argentina de repetirlas medidas erradas en el pasado. Recordó que el cierre de las exportaciones de carne decidido por el primer kirchnerismo en 2006 llevó a una liquidación del stock vacuno, el cierre de decenas de frigoríficos y a que se pierdan más de 10 mil puestos de trabajo.
Ahora “se volvieron a tomar medidas de restricción para el sector de la carne vacuna, cuando el aumento del precios responde a la inflación y no se va a poder controlar impidiendo la exportación de un grupo de cortes, que además no tienen gran aceptación en los mercados internacionales”, explicó.
De frigoríficos a molinos, se viene la saga de los controles electrónicos
Además destacó que algunas medidas tomadas por la actual gestión de Agricultura, como la implementación de Declaraciones Juradas de Exportaciones de Carne (DJEC), “llevan a la discrecionalidad y a la concentración“ en ese sector.
Rossi también criticó “la resolución 301, que crea el Observatorio de la Carne Vacuna, que dice que va a llevar las propuestas y que el ministro va a evaluar el volumen a exportar. Si eso no es limitación al comercio, ¿la limitación dónde está?”, se preguntó.