Aunque a muchos les moleste, la llamada “agroecología” tiene cada vez más predicamento entre ciertos grupos de productores. Marcelo Miguens, que asesora a grupos de Cambio Rural que apuntan a producir sin insumos químicos, asegura que “en cada charla en que aparece la palabra ‘agroecología’ se ve más gente interesada, pero lamentablemente no hay muchos profesionales preparados o con las herramientas necesarias para asesorar a esos productores”.
Miguens trabaja con varios grupos de campos que están técnicamente “en transición”: uno que abarca productores de Tandil, Ayacucho y Mar del Plata; otro llamado “Los Percherones” en Coronel Pringles, y otro grupo que abarca productores de Tres Arroyos y Dorrego, llamado “Agroecología Extensiva II”.
“Es un sistema de producción que engloba no solo lo económico sino que también hace hincapié en lo ambiental y en lo social”, explicó Miguens a Bichos de Campo.
“Implica cambiar la mirada. Se te queman un poco los papeles cuando no tenés la herramienta para controlar ciertas cosas. Entonces hay que manejar rotaciones, construir fertilidad, y los tiempos son diferentes. Pero este sistema es mucho más lindo en lo agronómico”, añadió.
Mirá el reportaje completo realizado a Marcelo Miguens:
Según el asesor, la agroecología “es vida, y es un desafío personal acompañar al productor y ver que lo que está haciendo implica no aplicar insecticidas o fungicidas. Sin ser fundamentalista, creo que lo ideal es ir hacia una transición, acomodando el sistema, con énfasis en regenerar los suelos y la vida en el. Y a partir de ahí, construir fertilidad para hacer cultivos agrícolas y hacer un manejo planificado de la ganadería”.
Para el técnico de Cambio Rural, los nuevos protagonistas de la agoecología son los jóvenes: “Veo muchos hijos de productores que quieren volver al campo y que quieren producir de un modo diferente al de sus padres”.
Pensar en cómo se produce es la clave, según Miguens. “Es una cuestión de sistema. En el sistema convencional los costos son muy grandes. Ahora se busca más estabilidad”, expresó.
Si se aborda un modelo agroecológico, Miguens asegura que “se ahorra en insumos, sobre todo urea, herbicidas, insecticidas, fungicidas, semillas, ya que se trata de no usar tantos híbridos sino más variedades ya sea de maíz o de sorgo. De modo tal que el productor pueda hacer su propia semilla, y ahí reducirá costos”.
“La mayoría de los planteos son mixtos, mezclan agricultura con ganadería, lo que da más equilibrio. Es lo que se hacía antes. Los campos de esta zona eran mayormente mixtos, después se dejó de lado la parte ganadera y se hizo hincapié en la agricultura con alta carga de insumos”, agregó.
Para Miguens, no hay recetas escritas dentro de este sistema: “Todo depende de los objetivos del productor y de lo que quiera. Por ahí resigna un poco de rendimiento pero quiere calidad de vida o vivir de otro modo. Quizás quiere que sus hijos corran alrededor de la casa sin sentir una deriva de un herbicida. Y eso… ¿Qué valor tiene y cómo se cuantifica?”, preguntó.