Josefina Ildarráz tiene poco más de 30 años y como vicepresidenta es una de las caras visibles de la firma consignataria Ildarraz Hermanos. Criada entre vacas y remates, esta joven entrerriana se formó acompañando a su padre y abuelo por diferentes regiones del noreste argentino, donde la empresa tiene su zona de influencia.
La empresa está radicada en la localidad de Concordia y es una de las firmas líderes en el mercado ganadero en las provincias de Entre Ríos y Corrientes, donde la actividad de cría tiene mucho desarrollo.
En años como estos, donde a la crisis económica se le sumó la climática, se pone de relevancia la importancia de sectores intermediarios como son las consignatarias, que muchas veces ofician como casas de créditos y ofrecen garantías del pago.
Josefina cuenta que desde muy chiquita iba con su padre a los remates: “Ahora hay muchos televisados que facilitaron las cosas, pero antes era más complicado. Todo se hacía en estancias o ferias y si te agarraba la lluvia a lo mejor no salías por 3 o 4 días”.
La joven empresaria recuerda esas épocas y el esfuerzo que le pusieron al desarrollo de la firma su padre y abuelo.
“Era gente muy activa, con un gran equipo de trabajo que no paraba. De hecho, en la sede central contamos con un vestuario porque llegaban, se bañaban y salían para otro lado”, relata.
Josefina tiene dos hermanos varones que no tienen participación activa en el negocio. Ella es quién la heredó, con mucho gusto y pasión por la ganadería y el comercio de hacienda.
Cuando terminó el secundario, la joven se fue a estudiar a Texas. Allí se recibió y volvió al país donde tuvo varios ofrecimientos por involucrarse en política, aunque no aceptó porque “no quería ensuciar el nombre de la empresa”.
Ahora se encuentra estudiando la carrera de martillera pública, porque quiere ser la voz cantante en las subastas de la consignataria.
“Hay pocas mujeres que se dediquen al rubro. El Rosgan (Mercado ganadero de Rosario, donde confluyen una docena de casas consignatarias) no tiene a nadie. Las mujeres en este rubro la corremos de atrás y me entusiasma eso de romper con la estructura masculina. Es un desafío”, sostuvo.
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En la nota con Bichos de Campo, Ildarráz se refirió a la situación de la ganadería y en particular a la de los pequeños productores.
“Los precios se van recuperando, pero está muy atrasados. Los ganaderos liquidaron mucho más ganado del debido por la seca y para cubrir costos elevados lo que llevará a una menor oferta de vientres y terneros el año que viene. Los precios se van a recomponer, aunque es muy difícil que se recupere lo perdido o seguirle la carrera a una inflación tal alta”, señaló.
En este contexto, el que pierde es el más chico, al igual que pasa con el resto de la sociedad. Todos se van empobreciendo por la continua y elevada suba de los precios y los que se llevan la peor parte en este rubro son los que tienen menos espalda.
“Los que más la sufren son los productores chicos que tienen 200 o 300 madres, que si liquidan la mitad no les queda casi nada. Les pega la cuestión macro y uno los ve porque no le queda poder de recompra de hacienda. Eso es lo que duele en la injusticia de la Argentina”, finalizó.