En las últimas horas se dio a conocer un informe elaborado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), según el cual habrá un sector de la producción agropecuaria de nuestro país que tendría una leve mejora en sus indicadores productivos, siempre y cuando cambie el pronóstico climático durante 2023.
El organismo norteamericano hace referencia a la lechería, sector que vive una coyuntura explosiva por estos días, como consecuencia de las tres sequías consecutivas, la magra rentabilidad de los tamberos, y el incremento constante de los insumos necesarios para llevar adelante la actividad. Según este pronóstico, la Argentina produciría 12.000 millones de litros en 2023.
En concreto, el USDA pronosticó: “En Argentina, la producción de leche se recuperará en 2023 (+1,0%), después de que las condiciones climáticas secas del verano y un otoño frío afectaran los rendimientos en 2022, lo que puso fin a dos años consecutivos de mayor producción de leche. El crecimiento esperado refleja el regreso a las condiciones climáticas normales, una mayor disponibilidad de insumos (principalmente concentrados, fertilizantes y combustibles) y las inversiones en tecnología relacionada con el confort y prácticas ganaderas más eficientes, que han sido clave para mantener el crecimiento de la producción de leche”.
Si bien a finales de año los precios internacionales cayeron, el informe que tradujo y difundió el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) explica: “Se establecieron exportaciones récord en valor en todos los productos lácteos, impulsadas por los fuertes precios internacionales. Hasta octubre, los valores de exportación aumentaron un 25%, con un sólido crecimiento en los principales grupos de productos, incluidos la leche en polvo descremada (LPD), suero de leche, lactosa, queso y manteca; sin embargo, desde una perspectiva de volumen, el crecimiento promedio fue un 5% más modesto”.
Evolución de la producción y el comercio de productos lácteos:
De acuerdo a las estimaciones del OCLA, en 2022 en nuestro país se habrían producido cerca de 11.500 millones de litros, un volumen similar al del año previo. Pero la noticia no es la cantidad de leche enviada a las industrias, sino quienes fueron los remitentes, porque estos datos confirman que muchos tambos no han podido sostenerse en pie en este escenario donde los ingresos no llegan a compensar los costos.
Jorge Giraudo, director del Observatorio manifestó ante los micrófonos de Bichos de Campo: “Se ve un crecimiento de los tambos de mayor volumen. El estrato de más de 10.000 litros sigue creciendo en producción. Hace 10 años era el 1% de los tambos y ahora es el 7%, además tenía el 5% de la leche y ahora el 30%. Hoy son lo que se definen la producción”.