Las sociedades rurales del norte de Córdoba vienen trabajando en grupo desde hace un tiempo. Y en grupo, en medio de las llamas y el humo de los incendios que han arrasado este semana con más de 40 mil hectáreas, emitieron un durísimo comunicado que pide por los responsables de esa situación y critica a los funcionarios que han hecho oídos sordos respecto de las leyes ambientales que generaron el caldo propicio para este tipo de siniestros.
“Lo que ocurre desde la semana pasada es lamentable. Las Rurales del Arco Noroeste de la provincia de Córdoba nos solidarizamos con las personas que se han visto afectadas de cualquier manera, los bomberos, brigadistas y pilotos aéreos que trabajan incansablemente. Las pérdidas son terribles. Cualquiera sea, nos deja un nudo en la garganta de la bronca contenida por haber visto repetirse tantas veces esta misma historia”, dice el comunicado firmado por las rurales de Río Primero, Arroyito, Ischilín, Cruz del Eje, Pampa del Pocho, Jesús María y también la sociedad rural del Oeste de Córdoba.
Luego el comunicado va subiendo el tono: “La negligencia o intencionalidad debe ser condenada, esperamos que así sea. Pero no dejemos pasar esta nueva maldita realidad, que venimos advirtiendo hace tiempo. La génesis del problema no son unos imbéciles sueltos por ahí”, aclaran los ruralistas.
Luego de esa primera puteada explícita sobre presuntos piromaniacos que la justicia ya está buscando los dirigentes rurales cargaron contra los funcionarios de los sucesivos gobiernos provinciales que desoyeron la advertencia del sector respecto de modificar algunas regulaciones ambientales contenidas en la ley de Bosques, y que impiden a los ganaderos de la región afectada llevar a cabo un raleo de parte de la vegetación de sus campos, para poder meter así más ganado y utilizar los animales como controladores de la gran cantidad de pastizal acumulado, que después se convierte en la materia inflamable que alimenta los incendios.
“#La potencia ígnea de toda nuestra provincia, y nuestro norte en particular, tiene también culpables predecesores en una legislación de clausura cómplice, peligrosa y mentirosa, que se suma a los discursos de papel y escritorio de funcionarios ciegos, sordos y mudos ante los hechos de la última década”, continuaron puteando las rurales.
Sugieren entonces que allí, en la irracionalidad de las leyes ambientales, radica buena parte de las causas de esta nueva ola de incendios. Y por eso piden “que la justicia trabaje en todas las causas que incendian Córdoba. La maligna chispa, tal vez, no sea el comienzo de este horror que los ciudadanos viven”.
Podrían pedirle a Cristina los que diga dónde están los 23 aviones hidrantes que compró para combatir los incendios. VLLC.