En esa ciudad del norte santafesino, esta pequeña rotoenfardadora bautizada como Kapi’i Mini, y fabricada en Villa Ángela, Chaco, por la firma Metalúrgica Maipú, se está usando en ensayos para el enfardado de una nueva planta forrajera, el Mancebo UNL, aunque desde su origen, en 2018, estuvo pensada para productores de alfalfa.
“El Mancebo UNL es una leguminosa subtropical, que se hace entre las estaciones de primera, verano y otoño. Es una pastura que desarrolló a Universidad Nacional del Litoral de Santa Fe, a partir de una especie nativa que tiene todas las características de tolerancia y resistencia al anegamiento y la sequías. Condiciones que en el noreste son muy comunes. Es una planta que ha sido mejorada para potenciar sus características forrajeras”, explicó el agrónomo.
Según el especialista, la llaman la “alfalfa de verano” y es un cultivo bianual que rebrota fácilmente y con mucha capacidad de resiembra, además de ser una nutritiva pastura, que agrada mucho el ganado.
Sobre la mini máquina, Castro también explicó que se destaca “por ser un producto eficiente, cuyo sistema de enfardado es más controlable, pues el sistema de enrollado es muy preciso y no hay pérdida de material vegetal, ya que levanta todas las hojas del campo, a diferencia de maquinarias más grandes”.
Por otra parte su fabricante Santiago Zilli, de la Metalúrgica Maipú, explicó a este medio que la maquinaria es una solución factible para productores que apenas cuentan con una hectárea de forraje. “Sigue siendo una opción muchísimo más económica y más rentable. Una máquina de esta para un pequeño productor está muy cerquita a los 13 mil dólares finales. Sin embargo, una convencional un poco más grande -y estamos hablando únicamente de la rotoenfardadora- que ronda alrededor de 55 millones” de pesos, comentó.
-Aún así para un pequeño productor es un precio a considerar. ¿Cuántas maquinas de este tipo han fabricado?– le preguntamos a Zilli
-Empezamos a fabricarlas en 2018 y tenemos fabricado unas 30 máquinas. Lo que pasa es que a los pequeños productores también les cuesta acceder a la compra de la maquinita. No obstante, es una cosa más chica, hasta pueden llegar a cortar con moto guadaña y lo puede operar una sola persona, es decir levantar el rollito una sola persona.
Siguiendo esta línea, el fabricante también hizo referencia a las ventajas de esta versión más chica de rotoenfardadora. “El tema entre una máquina convencional y una pequeña es que el productor pequeño tiene la solución para levantar media hectárea o una hectárea y hasta el momento no había equipamiento para eso y no le servían tampoco las máquinas más grandes. Es mucho para pequeñas superficies y el pequeño productor no tiene como costearlas.
En este sentido el diseñador de la Kapi’i. Mini, Jorge Kostecky, del INTA Sáenz Peña, argumentó que la innovación nació “a pedido de un consorcio rural de Santa Sylvina (Chaco) donde hay productores que tienen pocas cantidades de superficie o pequeñas superficies de pastura. En este caso de alfalfa y solicitaban una herramienta para poder acopiar y juntar esa pastura.”
-Además del pedido de los pequeños productores de forrajeras, ¿qué otras cosas tuvo en cuenta a la hora de diseñar esta máquina?
-Nos fijamos varios objetivos. Uno era que sea una máquina de fácil mantenimiento, fácil manejo, que cumpla varios roles de seguridad y que fuera fácil de transportar. En este caso, la máquina se puede transportar en una camioneta de cabina doble. El desafío fue construir algo que sea más fácil para acopiar material sobrante. En este caso, para cuando haya déficit de pastura. Primero hicimos un planito manual y después le pedimos a la Universidad hacer un plano virtual para saber la cantidad de material que se podía poner en este caso y que pudieran tolerar y aguantar la presión y el trabajo para realizar dicho proyecto. Cuando tuvimos esos planos de construcción, nos dio la capacidad de poder empezar a construirlo.
-¿Y cómo funciona específicamente esta mini enfardadora?
-Mirá, diseñamos una maquinita que sufrió varios cambios, porque hicimos un diseño y empezaron a aparecer algunos pro y contra que fuimos ajustando sobre la marcha. Nosotros teníamos un diseño de una máquina de marca Sode que ya no sale más. Como idea de esa máquina nosotros fuimos sacando información, diseño, algunos planos y obvio tuvo modificaciones. Esa máquina original tenía un sistema de púa que empujaba el material adentro de la cámara. A la que nosotros diseñamos, que es horizontal, no le hace falta ese sistema que envíe la paja hacia adentro con el material de ingesta y de ahí es que se patentó el tema de que ese modelo es suficiente para que la máquina funcione.
Al respecto, siguió explicando. “Después el sistema de recolección se ha modificado y hay dos variedades. Hay una que es con el sistema de púa tradicional de todas las enrolladoras y enfadadoras, y hay un nuevo modelo que se llama Draper que fue diseñada para la ingesta de la máquina y tiene menos piezas en movimiento, es más silencioso, fácil de mantener y también tiene menos pérdida para un porcentaje muy importante de perdida de hojas.
-¿El diseño final responde a pedidos específicos de los usuarios?
-Cuando empezamos a diseñar, desde Renatre (Registro Nacional de Trabajadores Rurales) nos pidieron que la máquina hiciera rollos que no superaran los 25 kilos, para que fueran levantados a mano, cuando nosotros queríamos diseñar una máquina que hiciera fardo de 50/60 kilos. Entonces cuando nos pusieron ese parámetro tuvimos que hablar con la facultad para que ellos pesaran el fardo de alfalfa y de acuerdo a ese peso generar la cámara a 25 kilos. Así fuimos modificando esa cámara para que no supere esos kilos.
Según los especialistas, Kapi’i Mini, más allá de surgir de la necesidad de una región de pequeños productores forrajeros del norte del país, ahora forma parte de las soluciones tecnológicas que ofrece el INTA, adaptadas a las condiciones de otros territorios fuera de la zona pampeana.
“La mayoría de la maquinaria agrícola que existe en el país esta diseñada para la pampa, y todos estos territorios que no son pampeanos son de pequeñas superficies. Es un problema que tenemos, entonces necesitamos maquinarias, para otro tipo de ambiente y otro tipo de productor. En el campo argentino hay muchos pequeños productores”, recordaron.
No entiendo la postura del INTA frente a estas cosas, porque invertir tiempo y dinero en desarrollar esta máquina siendo que en el mercado se consiguen rotoenfardadoras por esa plata y no demandan más que 80 cv de potencia, la verdad dejan que desear, gracias