“Los productores están muy contaminados por los integrantes de la Mesa de Enlace que no es otra cosa que el aparato político del PRO”, afirmó Arnaldo Bocco, uno de los directores del Banco Central que participó activamente de la creación del sofisticado sistema financiero para que los productores puedan cobrar algunos pesos más si vende su soja antes del 31 de agosto y facilitan así el ingreso de divisas.
Bocco afirmó que la medida representa un “beneficio importante” pare ese sector, y cuestionó a las entidades del agro por manifestar sus dudas antes de publicarse los detalles de la norma. “Anoche salieron a cuestionar la norma antes de leerla, con lo cual generaron una terrible confusión entre los productores”, indicó.
Por cierto, tanto Nicolás Pino, el presidente de la Sociedad Rural, como Carlos Achetoni, de la Federación Agraria, se apuraron a declarar que era muy compleja y abría dudas la normativa del BCRA, que permite a quienes vendan soja utilizar el 30% de lo obtenido para comprar el dólar solidario y con el 70% restante conformar una cuenta bancaria a dólar link, es decir asegurada contra una posible devaluación.
“Hay que ser responsables, queremos que los productores de soja tengan el mejor escenario para lograr una rentabilidad adicional”, indicó Bocco a la agencia Télam. Aquí también, en rigor de verdad, la intención del gobierno poco y nada tiene que ver con la intención de ayudar a los productores. Todo nace de la necesidad del propio gobierno de obtener mayor cantidad de divisas del sector, además de las 19.000 millones de dólares que ya inyectó en el primer semestre. Para obtener más dólares se armó este “dólar especial” que trata de incentivar una mayor venta de las 20 millones de toneladas de soja almacenada en los campos.
Bocco, uno de los autores intelectuales de esta medida, agregó que el esquema propuesto para mejorar la rentabilidad del sector sojero “es similar al que propusimos para la minería, el gas, el petróleo, la economía del conocimiento, por lo tanto esta medida extiende los beneficios al sector agropecuario”.
“De hecho la norma es clarísima, sólo hay que leerla para evitar confusiones; se trata de un mecanismo de retribución a las exportaciones, tal como sucede con otros sectores”, explicó el director del Banco Central.
Al respecto, aclaró que una vez realizada la liquidación “tienen un 30% de acceso al dólar solidario y lo pueden vender en cualquier mercado”. Según las estimaciones, esto permite a los productores o a los dueños de los campos que cobran el alquiler en quintales de soja, mejorar el precio de venta final del productos, de unos 49.000 pesos por tonelada a cerca de 60 mil pesos.
Los productores o rentistas que accedan a vender antes del 31 de agosto también reciben la posibilidad de cerrar con sus bancos una cobertura de cambio por hasta el 70% de la venta de granos que concreten.