La exportación de carne vacuna alcanzó en septiembre las 77.700 toneladas res con hueso, lo que representa un incremento del 20% con relación a agosto pasado. Para el mes que viene podría darse un nuevo salto si se tiene en cuenta que se contaría con los embarques de carne procedente de la faena de las 140.000 vacas que el gobierno estima que están en los campos y cuya exportación se habilitó hasta fin de año.
Aumentó el volumen exportado. Pero también mejoraron de manera notable los precios de exportación de los cortes frescos de alto valor enviados a la Unión Europea y los congelados destinados a China. ¿Buenas noticias? Depende para quién, porque esa mejora no le está llegando al productor.
“El novillo vale lo mismo que antes del cepo, pero el productor se perdió el ajuste del dólar (por el tipo de cambio) y de la inflación. Desde junio a esta parte se acumuló como mínimo 15% de inflación, que no se volcó al valor del ganado”, explicó a Bichos de Campo el consultor ganadero y cárnico Víctor Tonelli.
Tonelli indicó que, luego de los sobresaltos generados por las recurrentes intervenciones oficialistas, los precios del novillo pesado regresaron a los valores presentes en mayo pasado. Si bien en términos nominales para algunos productores se trata de un alivio, la realidad es que los precios, ajustados por la depreciación de la moneda local, bajaron.
“Si el mercado internacional paga muchos más y eso no se traduce en mejoras del precios de la hacienda pesada, hay alguien que no perdió en esta cuenta y otros que sí”, graficó el analista.
Tonelli dijo que para este año se alcanzaría un volumen exportado de carne vacuna cercano a las 830.000 a 840.000 toneladas, pero resaltó que el problema no es el volumen, sino el sistema de asignación de la cuota, que quedó concentrado en menos empresas”.
Eso implicó que aumentara el margen de rentabilidad de la industria cárnica con cupo de exportación, pero eso no se trasladó al valor interno de la hacienda porque, debido a las restricciones, la demanda se concentró y un sector de los frigoríficos perdió competitividad al recibir cupos que no permiten cubrir la capacidad instalada. “La cuota limitó la transferencia de dinero: el que está bancando la parada y pierde es el productor”, advirtió.
Los precios que está pagando China –con Brasil sin posibilidades de poder concretar nuevos embarques a ese destino desde hace más de un mes– son superiores a los logrados a fines de 2019, cuando se presentó una “fiebre compradora” en la nación asiática que derivó en la intervención del mercado de importación por parte del gobierno de ese país para limitar la suba. En tanto, los valores de lo cortes Hilton con destino a Europa están en niveles similares a los máximos históricos.
En el caso de las vacas, parte del impacto bajista generado por el efecto concentrador del “cepo cárnico” fue compensado por un “cepo sanitario” que restringió la oferta de esa categoría en el mercado local. Esa es la razón por la cual la intervención le “pegó” más a los precios de los novillos de que las vacas.