La Argentina, que está en plena cosecha de maíz temprano, tiene dos meses de “oro” para colocar el cereal en un mercado alcista en el cual dos de sus principales competidores quedaron “fuera de juego” de manera temprana.
Pero para poder aprovechar esa “ventana comercial” se necesita mercadería y, en ese marco, los exportadores argentinos están muy activos en plaza intentando comprar grandes partidas del cereal para no dejar pasar la oportunidad.
Es por eso que, por ejemplo, el contrato Maíz Rosario Mayo 2021 del Matba Rofex terminó hoy en 240,0 u$s/tonelada con un alza intradiaria de 5,0 u$s/tonelada, mientras que la posición Maíz Rosario Julio 2021 finalizó en 239,5 u$s/tonelada con un alza de 5,5 u$s/tonelada.
Un precio de 239,5 u$s/tonelada, con un valor FOB oficial –determinado por el Ministerio de Agricultura– de 278 u$s/tonelada para esa posición, implica una “retención implícita” del orden del 10%, es decir, dos puntos menos de la alícuota nominal vigente sobre el maíz (12%). En otras palabras: se están ofreciendo “premios” para originar maíz.
Los exportadores tienen otro motivo para concentrar embarques: la progresiva bajante que está registrando el río Paraná, la cual podría llegar a agravarse en los próximos meses para generar trastornos logísticos en la Hidrovía. Ante ese escenario, lo ideal es adelantar, en la medida de lo posible, los embarques programados.
Si bien los productores argentinos ya vendieron casi 24 millones de toneladas de maíz del presente ciclo 2020/21 –la mayor parte del cual tiene precio hecho–, los exportadores registraron embarques por 26,7 millones de toneladas. Bastante más.
El dato es que, cuando falta un año para la próxima cosecha temprana de maíz, algunos productores ya están comenzando a cerrar precios del cereal que se recolectará en abril y mayo del año que viene.
Hoy el contrato Maíz Rosario Abril 2022 cerró en 204,0 u$s/tonelada con una suba intradiaria de 2,5 u$s/tonelada. Y el interés abierto de esa posición ya supera las 400.000 toneladas (una cifra insólitamente elevada para esta fecha).
Los datos referidos tanto a la cosecha en curso como a la nueva muestran que buena parte de los empresarios agrícolas, el menos en el caso del maíz, prefieren ir a lo seguro, cubriendo precios por una porción de las producciones previstas para reducir el riesgo comercial (y también el político).
Foto @PaulaGiron