Los números volvieron a complicarse para el engorde a corral, al que se le terminó el veranito de San Juan que duró apenas uno o dos meses. Los datos publicados por la Cámara Argentina del Feedlot dan cuenta de que el margen bruto al 1º de agosto era negativo en unos mil pesos por animal engordado y enviado a la faena.
Ese resultado se alcanza con un valor de venta del ganado de 350 pesos y un precio de compra del ternero que se engorda de 365 pesos, siempre por kilo vivo. Pero rara vez eso sucede. En el mercado la hacienda liviana se paga con suerte entre 330 y 340 pesos, y la tendencia es a la baja. Por otra parte, la invernada se está afirmando y el ternero llega a los 380/400 pesos.
La brecha entre la compra y la venta es cada vez mayor, y llega al 20%. En consecuencia la pérdida de este tipo de planteo de invernada que recurre al encierre y a los granos se acrecentó y sería hasta mayor a la estimada por esa entidad.
Eso se refleja en el nivel de reposición de los corrales. El relevamiento de la CAF indica que entran menos animales de los que salen, por lo que el índice de reposición es de 0,81. Esto muestra que son más las empresas en proceso de vaciado que de llenado de sus instalaciones.
La caída en el nivel de encierre que suele darse a partir de septiembre este año se anticipó a fines de julio, “porque los precios del ganado para faena son horribles”, resumió el feedlotero Juan Eiras.
En abril los novillitos y vaquillonas terminados a corral se llegaron a vender en 370/380 pesos, cuando esta semana rondan los 320/330 pesos. En tanto los novillos que hace 4 meses se negociaban en 350 pesos ahora rondan los 300/310 pesos. Las pérdidas en términos reales son de 20%.
Al menos por ahora, el mercado indica que la tendencia seguirá siendo bajista por el impacto de la crisis en los consumidores, que a su vez se encuentran con una oferta alta de carnes. Hay 48/50 kilos de la vacuna, 46 de pollos y 20 de cerdos. En total en consumo promedio ronda los 115 kilos anuales por habitante.
Eiras dijo que no solo la fotografía da mal. “También la película es de terror porque lo que se está engordando aún y lo que se encierra se venderá en un mercado sin respuesta y con inflación acelerándose, así que las pérdidas serán cada vez mayores”, evaluó.
Con el esquema planteado por el gobierno, que determinó cupos a la exportación, y con una inflación que sube por el ascensor a velocidad del tren bala, no hay negocio que resista. Con esas medidas la política le hace pagar la cuenta al sector privado.
Por eso el engordador reclamó a las autoridades que revean la intervención en las exportaciones de carne vacuna, para que la salida a los mercados internacionales sirve como válvula de escape a la crisis sectorial: “Restringir exportaciones no le hace bien al negocio y las empresas se descapitalizan y eso llevará a una menor oferta a futuro”.
¿Cuándo sucederá eso? Algunos creen que habrá mucha hacienda de feedlot hasta el fin de la primavera, otros dicen que ante la crisis algunos revenderán el ganado como invernada, si es que se suceden más lluvias, o que sacarán la hacienda con menos nivel de terminación para evitar mayores pérdidas en los corrales.
Si así fuera se anticiparía el faltante y con esta escasez vendría el rebote habitual de precios de fines de año, aunque ese beneficio no será capitalizado por la mayor parte de las empresas que habrán vendido antes y con malos precios su ganado..