Los precios de los futuros de granos en el mercado estadounidense CME Group registraron hoy importantes alzas impulsados tanto por factores intrínsecos como financieros.
La creciente inestabilidad presente en el mercado monetario mundial, promovida por la emisión masiva de dólares realizada por EE.UU. y la represalia rusa aplicada contra el euro, viene promoviendo, de manera creciente, la relocalización de capitales desde activos financieros hacia tierras productivas, inversiones inmobiliarias y materias primas básicas.
No es que los bienes “valen más”, sino que el patrón de referencia monetaria global, el dólar estadounidense, vale menos por exceso de oferta y, por ende, se requieren más unidades del mismo para acceder a los mismos productos que antes de inundar el mercado global con “papelitos verdes”.
Adicionalmente, el mercado internacional de commodities agrícolas no deja de sumar factores alcistas en un entorno global en el cual a muchas naciones no les tiembla el pulso al momento de intervenir la operatoria.
La última novedad al respecto es la decisión del gobierno de India de prohibir las exportaciones de trigo con el propósito de contener los precios internos del cereal, cuando se esperaba que esa nación contribuyese a cubrir el déficit mundial del producto derivado del conflicto ruso-ucraniano.
No se trata de una buena noticia porque, por tercera campaña consecutiva, se espera que en 2022/23 la demanda mundial de trigo supere con creces a la producción para seguir recalentando las cotizaciones internacionales del cereal.
Por otra parte, EE.UU. se quedó sin stock de soja y faltan más de dos meses para el ingreso de la nueva cosecha. Y el USDA no prevé que las existencias de soja estadounidenses puedan recomponerse en 2022/23.