La provincia de Córdoba decidió agregar a los corredores biológicos a su programa de buenas prácticas agrícolas, y de esta forma impulsar su adopción en los campos del territorio mediterráneo.
Esta práctica consiste en generar un espacio geográfico para conectar áreas naturales, usualmente bosques nativos, y evitar que estén aisladas, para generar mayor diversidad biológica, que puede ser aprovechada por los cultivos de renta que se siembra a sus costados.
Los corredores biológicos proporcionan refugio y alimento a insectos benéficos fortaleciendo así el control natural de plagas además de brindar estructuras aptas a grupos funcionales de relevancia, como los polinizadores y especies que participan en el reciclaje de nutrientes.
Uno de los máximos exponentes de estas innovaciones en Córdoba es Lucas Andreoni, ingeniero agrónomo que hace poco tiempo mostró sus desarrollos de Laboulaye, en el sur provincial, a los lentes de Bichos de Campo.
En este contexto, las autoridades cordobesas decidieron, en el marco de la 9° edición del programa de buenas prácticas agrícolas (BPA´s) implementar esta práctica innovadora para la conservación y restauración de biodiversidad.
La iniciativa busca restaurar ecosistemas degradados en regiones agrícolas y ganaderas, generando espacios de integración territorial que conecten lotes productivos con pulmones verdes urbanos, reservas naturales y Áreas Naturales Protegidas. Para lograrlo se promueve la creación de infraestructura y la restauración ecológica con especies nativas. Así, se impulsa una restauración ecológica participativa, donde los productores se convierten en protagonistas de la conservación.
Por otra parte, el Programa BPAs también incorpora un indicador de Manejo de Fauna Silvestre en la producción ganadera. Esta práctica promueve la convivencia con especies nativas, a través de soluciones innovadoras y no letales —luces disuasorias, perros protectores Maremmano y burros o mulas guardianes— que permiten reducir pérdidas productivas, minimizar el uso de métodos agresivos y fortalecer el equilibrio de los ecosistemas.
Según explicaron las autoridades cordobesas, Buenas Prácticas Agropecuarias es una política pública que reconoce a los productores que hacen las cosas correctamente “tranqueras adentro”. Valora y acompaña a quienes incorporan prácticas sostenibles en sus sistemas de producción. Ya cuenta con más de 3.000 productores participantes y más de 3 millones de hectáreas bajo manejo sostenible, afirmándose como una de las políticas públicas más innovadoras y de mayor alcance en el país.
“Estos nuevos avances en el Programa Buenas Prácticas Agropecuarias vienen a mejorar rentabilidad de la producción, no es solo una cuestión romántica hablar del cuidado del ambiente. Se trata de cuidar los recursos para tener una eficiencia productiva. El productor sabe que estas acciones se ven reflejadas en los resultados y por eso entiende que es un ganar – ganar”, dijo el ministro Busso.
“Lo que intentamos es optimizar lo que nos toca administrar. Y con este objetivo buscamos incorporar al programa de buenas prácticas agropecuarias algunas prácticas ambientales que suman no desde el romanticismo sino más bien desde el pragmatismo buscando evaluar en términos de producción, económicos y de ambiente cómo estas pequeñas cosas empiezan a modificar el camino de la producción sustentable o el del ambiente productivo”, afirmó la ministra de Ambiente y Economía Circular, Victoria Flores.
Con la incorporación de los Corredores Biológicos, la provincia da un nuevo paso hacia la integración de producción y biodiversidad, generando beneficios ambientales, sociales y productivos para toda la sociedad. Córdoba vuelve a marcar el rumbo en materia de sostenibilidad agropecuaria.