Aunque existen muchas definiciones de lo que es un bioinsumo, en función del manual que se tenga a mano, el biólogo y especialista de Senasa, Mariano Lattari, elige aquella que hace referencia a todo aquel producto de manufactura biotecnológica –porque en efecto conlleva un proceso de manufactura por más que se trabaje con organismos vivos y sustancias naturales-, que derive de la naturaleza y que se aplique a la actividad agropecuaria en un sentido amplio.
Se habla entonces de productos que han sido producidos o que contienen microorganismos (hongos, bacterias, virus), macroorganismos (ácaros e insectos benéficos), extractos de plantas y derivados de origen biológico.
Pero aún así, y en medio de los debates alrededor de los efectos en el uso de fitosanitarios de síntesis química, hablar de bioinsumos no es sinónimo de inocuidad y se deben tomar recaudos a la hora de aplicarlos y manipularlos.
“Como con todas las herramientas, hay que tener cuidados. La inocuidad es transversal a toda la cadena productiva, por eso siempre hago hincapié en su manipulación. Hablamos de insumos que emulan a la naturaleza, que provienen de ella, que tienen un perfil de inocuidad mucho mayor que en otros casos, pero tenemos que tener los recaudos correspondientes como con cualquier otra tecnología”, explicó Lattari a Bichos de Campo.
Y esto no solo responde a los cuidados de la salud humana, sino al grado de efectividad que tendrán en función de cómo se los manipule.
“En esto son extrapolables las Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA). Aquí tenemos que tener en cuenta buenas prácticas de almacenaje, manipuleo y aplicación. Estamos hablando de organismos vivos o lábiles a determinadas condiciones ambientales, por lo tanto es importante tener en cuenta las BPA para obtener los resultados que queremos”, señaló el especialista.
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-Mucho se habla de los residuos que dejan los fitosanitarios. ¿Eso es igual al hablar de bioinsumos?- le preguntamos a Lattari.
-En muchos casos, están exentos del límite máximo de residuos, con lo cual ahí ya hay un perfil ambiental y de inocuidad mucho mayor. Por eso también es el hecho de que se esté incrementando la demanda de este tipo de productos, ante la demanda de los consumidores.
-¿Hay que pensar en un nuevo marco normativo que los regule o las normas actuales se pueden adaptar para su implementación?
-Nuestro marco normativo vigente perfectamente puede regular este tipo de tecnologías. Obviamente la investigación y el desarrollo siempre va un paso por delante de la regulatoria, así que en algún momento va a haber que aggionarse a lo que se está haciendo. Los bioinsumos, que yo los remarco dentro del paradigma bioeconómico, son una de las tantas tecnologías que permiten el desarrollo productivo de forma sustentable.
-¿Por qué los colocás dentro del paradigma de la bioeconomía?
-Porque la bioeconomía se vale de los recursos biológicos para poder desarrollar sistemas productivos con triple impacto, es decir no sólo social y económico sino fundamentalmente ambiental, con fuerte estimulo de la economía circular.
-Desde tu lugar en Senasa, ¿considerás que su adopción será fácil entre los productores?
-Creo que como todo, va a ser un trabajo arduo, pero fundamentalmente será exitoso si se realiza de forma sinérgica con el sector público, el sector privado y el científico. Si se trabaja con todos los actores de la cadena, esto seguramente tendrá un desarrollo muy importante.