Los administradores de fondos de inversión agrícolas que operan en el mercado estadounidense CME Group siguen compradísimos en futuros de maíz.
El martes de esta semana –según los últimos datos publicados este viernes por la Commodity Futures Trading Commission– los administradores de fondos de inversión agrícolas acumulaban una posición neta de 312.745 contratos de maíz del CME Group (futuros + opciones) versus 298.546 y 316.356 una y dos semanas antes.
En tanto, las posiciones netas al martes pasado en contratos de soja del CME Group sumaban 62.771 contratos contra 46.682 y 51.610 una y dos semanas atrás. Las operaciones se difunden con algunos días de retraso para evitar que tal información impacte en las cotizaciones de granos.
Entre las hipótesis alcistas que pueden estar detrás de las decisiones del gestores de fondos agrícolas se incluye seguramente la incertidumbre presente en la Argentina, país que, según las proyecciones del USDA, debería ser el tercer exportador en importancia en el ciclo comercial 2022/23 (por detrás de EE.UU. y Brasil).
El primer obstáculo presente en la Argentina es climático. Una extensa sequía está complicando las siembras de maíz temprano en vastas zonas del país, lo que podría comprometer la oferta del cereal en abril/mayo de 2023.
El segundo obstáculo es político. Las exportaciones de maíz en la Argentina están intervenidas por el gobierno nacional y el registro de ventas externas del ciclo 2021/22 se encuentra cerrado hace meses. Pero, ante la incertidumbre generada por la sequía, también está cerrado de facto el registro de exportación de maíz 2022/23.
Por otra parte, el país que debería ser el cuarto exportador mundial de maíz en el ciclo comercial 2022/23, Ucrania, depende de la buena voluntad del gobierno ruso para poder realizar embarques del cereal a cuentagotas, algo que es tan incierto como el desenlace de la guerra entre ambas naciones.
En ese contexto, donde EE.UU. va camino a levantar una cosecha de maíz bastante inferior a la proyectada inicialmente y está atravesando una sequía que liquidó buena parte de las reservas forrajeras de las regiones ganaderas, los importadores están más que interesados en originar maíz en EE.UU. para asegurarse la mercadería.
Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista.