Esta semana la discusión en el Congreso sobre el proyecto de Presupuesto 2022 de la Administración Pública Nacional encabeza el ranking de la agenda pública y mucho se habla de diferentes aspectos del mismo, uno de los cuales, lamentablemente, afecta al sector agropecuario, es decir, al principal generador de divisas de la economía argentina.
Estamos hablando del fondo estatal disponible para atender emergencias y desastres agropecuarios, que perdió un 96% de su valor desde que fue instaurado y, en los hechos, se encuentra formalmente desactivado.
En 2010, según lo dispuesto por la Ley Nº 26.509 de Emergencia Agropecuaria, se estableció un Fondo Nacional para la Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios (Foneda) por una suma de 500 millones de pesos.
Pero la norma en cuestión no estableció ningún mecanismo de actualización por inflación, de manera tal que, en términos reales, los recursos del Foneda fueron decreciendo año tras año hasta volverse insignificantes.
Los 500 millones de pesos, que en 2010 representaban 125,9 millones de dólares –una cifra, de todas maneras, exigua para atender la enorme extensión del territorio argentino–, actualmente representan menos de 5,0 millones de dólares. Y en 2022, si no es actualizado, seguirá firme en su camino hacia la más completa desaparición.
En ese marco, las autoridades de Federación Agraria Argentina (FAA) solicitaron a los legisladores nacionales que actualicen el monto previsto para el Fondo de Emergencias y Desastres Agropecuarios
“Hoy tienen la oportunidad de considerarnos a los productores agropecuarios, en especial a los de menor escala, que somos los que más sufrimos los embates del clima y de los errores políticos”, aseguró Carlos Achetoni, presidente de FAA, por medio de un comunicado.
“Cuando se dispuso el monto de 500 millones de pesos, el dólar estaba a 3,80 pesos. Al poco tiempo quedó desfasado, porque no se previó ningún esquema de actualización. A la fecha, con tantos años de inflación y las permanentes subas que ha tenido el dólar, esa cifra resulta directamente irrisoria, puesto que no sirve para afrontar casi ninguno de los problemas que debería”, añadió.
Achetoni se esperanzó con la posibilidad de que la “nueva conformación del Congreso de la Nación abra la oportunidad de que se pueda legislar pensando no sólo en las necesidades de un gobierno o un partido, sino en beneficio de todos los argentinos”.