La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) emitió este viernes este informe en el que calculó una pérdida de 50 millones de toneladas de granos (soja, maíz y trigo) en la campaña 2022/23, por culpa de la feroz sequía. La valuación de esa pérdida para el productor será de 14.140 millones de dólares, lo que “equivale al costo total de sembrar la próxima cosecha 2023/24”.
¿De dónde sacan los economistas de la BCR que la Argentina puede haber perdido 50 millones de toneladas este año? ¿En la comparación contra qué? Para tener dimensión de lo que estamos hablando, ese volumen de granos es casi 8 veces del total de la cosecha de Uruguay, a modo de ejemplo.
La explicación es que la pérdida se calculó en base a la proyección inicial de siembra de esta campaña: se apostó a una producción que apuntaba a 122 millones de toneladas de los tres principales cultivos (19 millones de toneladas de trigo, 54 Mt de maíz y 49 Mt de soja), pero finalmente se logrará una cosecha de tan solo 73,5 millones. Es un recorte del 40%.
“Ninguno de los tres principales cultivos de Argentina logró sortear la inclemencia climática y las estimaciones de producción se recortan hoy a 11,5 Mt para trigo, 27 Mt en soja y 35 Mt para el maíz”, indicó la Bolsa.
El impacto al bolsillo del productor de este feroiz recorte de llega por tres vías:
- En lotes que hoy se cosechan con rindes muy inferiores a los presupuestados, los ingresos por hectárea resultarán menores a los previstos para hacer frente a las erogaciones del sector productor. En zona núcleo, la productividad (rinde estimado por hectárea) ha caído en promedio un 49% para la soja, un 21% en maíz (con gran dispersión entre las variedades tempranas y tardías) y un 62% en trigo, entre la expectativa al momento de la siembra y la estimación a marzo. Frente a tamaña caída en el volumen producido, la suba de precios del 6%, 12% y 26%, respectivamente, resultan insuficientes para compensar los resultados.
- En hectáreas que, pese a haber sido sembradas, no podrán cosecharse por fracaso de la producción, el costo para el productor asciende al gasto en insumos que afrontó y no podrá recuperar. Ya que algunos fitosanitarios podrán evitarse, aquí se asume una pérdida del 70% del costo de insumos, siembra y pulverización en soja, y del 80% en trigo y maíz. Son, considerando los tres cultivos, 4,2 millones de hectáreas las que se han perdido en el actual ciclo productivo.
- Finalmente, en aquellos lotes que, pese a haberse tenido la intención de sembrarse, esos planes no pudieron materializarse por falta de humedad, la pérdida asciende al costo de oportunidad por tener la tierra improductiva durante la temporada. La pérdida de ingresos por obtener un menor rinde (productividad) por cada hectárea cosechada que suman, entre los tres cultivos, otros 2,2 millones de hectáreas.
Para los economistas de la BCR, ante la capida generalizada de los rendimientos solamente “en campo propio solo la soja y el maíz tardío pueden ofrecer un ingreso que alcance a cubrir los costos” de implantación. Todo lo demás arrojará pérdidas.
En campo alquilado queda claro que los tres cultivos arrojarán un resultado negativo. Son el 70% del total.
“De este modo, se llega a una estimación total de pérdidas de ingresos totales para el sector productor de US$ 14.140 millones, de las cuales el 59% corresponden a soja, 13% a maíz y 27% a trigo”, indicó el análisis, que aclara que las cosas todavía pueden empeorar más “de continuar la ola de calor y falta de lluvias que se viene sufriendo, o si ocurriesen nuevas heladas antes de tiempo”.
Buenas noches seria importante recibir informacion sobre otros cultivos no menos importante para Santa Fe como lo es el Sorgo Granifero
Abrazo