Cerrando un año muy particular para la lechería argentina, en el que la sequía pegó fuerte, los escapes de costos ante los diferentes tipos de cambio no dejaron de crecer, en el que las medidas llegaron tarde y la contracción de la producción llega en noviembre a -1,5% acumulada en lo que va del año, una caída de -5,9 por ciento entre octubre y noviembre y, una exportación que terminará cayendo fuertemente desde las cifras de 2022, se conoció una noticia alentadora.
El sector da pelea para eludir la exagerada reinstauración de retenciones, con un Gobierno que pretende hacerlas “temporarias” al 15%, por más que hasta octubre estuvieron en 9% para la leche en polvo y en 4,5% para el resto de los lácteos, y ahora gozan de un 0% impositivo que podría no ir más allá del 31 de diciembre de este año, si el Congreso así lo define.
Con exportaciones que se estima que terminarán 2023 con menos del 20% del volumen total generado por nuestro país, después de un año y a partir de una nueva licitación internacional Argelia volverá a recibir en el primer trimestre de 2024 envíos de leche entera en polvo.
El país africano supo ser clave en los destinos internacionales de los productos lácteos argentinos, sin embargo el cambio en algunas políticas hicieron que los últimos cuatro años se dieran negocios no tan regulares.
Se creó en 2009 la Oficina Nacional Interprofesional de la Leche (ONIL) para supervisar el mercado que actualmente importa 180.000 toneladas de leche en polvo como Estado, mientras que otras 200 mil quedan a cargo del sector privado, facturando un estimado de 800 millones de dólares al año.
Argelia tiene baja industrialización en todos los productos e importa los alimentos más básicos e incluso los insumos para promover las producciones, con rendimientos muy bajos.
Lentamente se iniciaron capacitaciones a los productores locales, mejoras de infraestructura en tambos, sin embargo los animales promedian los 1.500 litros al año. Es por eso que estiman una necesidad de dos millones de cabezas en producción para poder ser sustentables.
Esta semana, ONIL hizo su licitación anual de productos y con precios que oscilaron entre los 3.390 y los 3.450 dólares por tonelada, para garantizar la provisión de producto que el Estado reindustrializa, hidratando el polvo, ensachetando y distribuyendo en centros específicos de ese país según los datos poblacionales y a 19 centavos de dólar por litro, para la población más humilde.
Si bien Argentina quedó en la provisión de menor volumen, el evento consiguió recuperar el mercado después de más de un año sin negocios.
De acuerdo a información de ONIL, Adecoagro colocará en Argelia 500 toneladas de leche entera en polvo, que se producen en la planta de Morteros en la provincia de Córdoba.
El resto de las empresas proveedoras para este año serán Mana Dairy con mil toneladas, 1.500 Lactoland; Hoogwegt 2.000, Interfood 2.500; Olam 3.000; Melkweg 4.000; y la gran beneficiada fue Fonterra con 15.000 toneladas, a las cuales se suman unas dos mil más de producto descremado de la firma Lactoland.
Significa que si reimportamos el polvo de Argelia y lo mojamos con agua argentino, también llegamos a 19 centavos del dólar, AR$ 190.- pará un litro de leche de pobreza?
Le podemos hacer la competencia a Mastellone y todavía queda para ganar.
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