Los datos que arrojó la primera campaña de vacunación contra la aftosa indicaron una caída significativa del rodeo vacuno, que fue consecuencia del achique principalmente en las categorías de vacas y vaquillonas. Es decir que el ajuste pasó por los rodeos de cría, que son la fábrica de los terneros de que luego se transforman en los novillitos y novillos con los que se atiende a la demanda interna y externa.
La baja del stock fue de 4% según ese informe y para muchos analistas se debió a los impactos de la seca sobre la actividad ganadera.
Para el consultor Andrés Halle ese dato no es un indicador de lo que está sucediendo actualmente. Resaltó que a su criterio la producción pecuaria ingreso en “un ciclo intermedio” en el que no hay liquidación y con posibilidades de que se pase a uno de retención.
Halle cree que lo peor ya pasó, pero que aun no están del todo dadas las condiciones para iniciar una fase de retención del ganado. Para ello se requiere que mejore el clima y que se corrijan algunas cuestiones macroeconómicas. Para empezar, la situación cambiaria encareció en dólares a toda la economía, ya que la devaluación del peso tiene un ritmo menor que la inflación.
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“Este es un año que climáticamente ha sido muy complicado. Ha venido con poca humedad del otoño para acá, con mucho frío seco después. Entonces se complica mucho la situación”, comentó.
Pero aun así los precios de los vientres no son malos, de acuerdo a su análisis. “Se ve hay interés por todas las categorías de cría y eso se manifiestan en los precios relativos. Hoy vemos una vaquillona que para comprarla necesitas alrededor de más de 500 kilos de novillo. Cuando la lógica indica que, con el precio del gordo de hoy debería rondar los 450 kilos”.
El consultor reiteró que -a su criterio- estamos en un momento de quiebre, por lo que si algunas variables se acomodan habrá más interés por la retención de animales y se reflejará en los precios el optimismo y las ganas de los ganaderos por apostar al desarrollo de la producción.
Dijo que esta tenmdencia se refleja en los datos de la faena. “En marzo se produjo un quiebre. Si la mido hasta marzo es una cosa y de marzo a septiembre es otra. Desde marzo hubo una faena de 8 millones de cabezas, lo que es un valor inferior al del 2023, 2022, 2020 y 2019, y que solo fue superado por 2021. Desde marzo hay una caída muy importante respecto del año anterior y eso después permanece. Desde mayo, que fue el más frío desde el año 1962, ahí aparece más oferta de vacas y luego vuelve a caer hasta septiembre, cuando la seca eleva las ventas a frigoríficos”.
Otro dato que estaría indicando que no se está en una etapa de liquidación, es que el número de animales que se faenará este año es menor a los nacimientos de terneros.
“Si en 2024 el destete de terneros fue de 66% sobre el stock de vacas, se podrían faenar 14,1 millones de vacunos sin afectar al rodeo”, indicó. Pero en función de como viene el año y las proyecciones que se tienen para el último trimestre, se llegaría a 13,5 millones de animales.
También descartó que la alta participación porcentual de las hembras en la faena sea un indicador de liquidación. “Del rodeo saldrían 6,4 millones de hembras, el mismo número que el año pasado, el resto serían machos, es decir unos 7,1 millones. Eso da una alta participación porcentual de las hembras, pero no da cuenta de una situación de liquidación para mí”, subrayó.
El problema está del lado de los machos, en la caída en el stock de novillos que vienen perdiendo participación en el stock hace 20 años.
Halle cree que del lado de la producción están las mejores intenciones para que la fábrica de carne produzca más y más, pero faltan algunas condiciones. “Yo creo hay interés del criador por que suceda una retención si hubiera mejor clima y un poquitito de mejor macro”, especuló.
De inmediato aclaró: “Sucede que el productor no es el consumidor y tenemos un 52% de pobreza. Imaginate que esa macro mejore un poquitito, que el consumidor tenga un poquitito más de capacidad de compra. Eso mejoraría el precio del novillo. Si mejora el precio del novillo, mejora automáticamente el precio de todas las categorías, mejora tu negocio”.
El analista concluyó que si mejora el escenario, está todo dado para que arranque la retención, pero por ahora se está en un proceso intermedio, a la espera de la definición del clima y de las políticas.
“Si mejoran esas condiciones está todo dado para que haya un cambio de tendencia en el ciclo ganadero y un proceso de retención. El mercado me está diciendo eso, se refleja en los precios de los vientres que son buenos en términos de kilos de novillos. Lo que está claro es que no estamos en liquidación”, determinó el analista.