En los alrededores del Lago Musters, bordeando el Río Senguer en la provincia de Chubut, se encuentran 20.000 hectáreas de campo que pertenecen a la familia Seleme. Al igual que otros productores ubicados en el valle de Sarmiento, desde el inicio de sus actividades en 1938 hasta ahora han pasado por distintas actividades productivas, persiguiendo siempre la rentabilidad de su empresa.
“Lo primero que hace mi abuelo es lechería y manzanas. El campo producía 150.000 kilos de manzana por año. Por eso como homenaje a él, hemos puesto nuevamente manzanas. Ya tenemos 600 plantas”, dijo a Bichos de Campo Juan Seleme, productor y director de la Cabaña San Marón. Aunque de profesión es médico, el chubutense ha logrado encontrar en ese campo una verdadera pasión.
“Aquí también se produjo alfalfa. De allí se sacaba el pasto para producir leche, que luego se mandaba en un trencito todos los días para ser pasteurizada y vendida en Comodoro Rivadavia. Con el devenir del tiempo, de la ruta y del refrigerador, la producción lechera de Sarmiento no fue viable, con lo cual viraron a la vaca y a la oveja que se mantuvo durante mucho tiempo”, relató Seleme.
Hacia la década de 1970 San Marón puso sus energías en la cabaña de Hereford, lo que con el tiempo les permitió visitar distintas exposiciones y cosechar unas cuantas menciones.
Como si eso fuera poco, recientemente la empresa apostó por la producción vitivinícola e implantó las primeras hectáreas de viñedo, con las que buscan hacer su propio vino.
“El productor es un bicho muy raro que siempre le busca la vuelta y siempre quiere ir por más. Y los políticos deberían tomar ese ejemplo, porque a pesar de ellos hacemos muchas cosas. Es triste decir esto pero es a pesar de ellos, porque si hubiera algún tipo de respaldo, de ayuda, a un corto plazo o mediano plazo se haría mucho más”, afirmo Seleme.
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-En un mundo ideal ustedes seguirían con leche, con lana, con bovinos y con vino. Sin embargo van dejando cosas y se van poniendo con aquellas actividades que mas rinden.
-Tenemos que llegar a fin de mes. ¿Y sabes qué es lo más importante? Que esto dure en el tiempo porque yo no me puedo dar el lujo de perder plata. El que pierde plata lo que hace es proyectar a muy poco tiempo y eso es dejar a mucha gente sin trabajo. Acá la situación es proyectar a largo plazo, producir y poder dar mucho trabajo, que es la base de lo que somos los productores y tomamos riesgos: generar proyectos y trabajos. El tema de la uva es inédito. Gente que antes trabajaba con la oveja o la vaca ahora tira alambre para uva, hace espalderos. Este año en nuestro proyecto tuvimos casi 20 personas trabajando de eso, cuando antes no lo podíamos tener. Y van aprendiendo, se va especializando y va siendo mano de obra que antes no existía en el pueblo.
–¿Cuántas hectáreas tiene actualmente de viñedo?
-Ahora tenemos ocho hectáreas y este año haremos unas cuatro más. La idea es llegar a las diez o doce hectáreas y allí parar. Creo que es una cantidad que puede llegar a rendir frutos y ser económicamente rentable. Esperemos en dos o tres años estar sacando las primeras botellas para el mercado.
-En medio de esta reconversión y de las dificultades que tienen los productores de la Patagonia, especialmente con el clima, se presentan otras cuestiones como la falta de agua. ¿Eso también lo tienen en cuenta en la planificación?
-El agua es un recurso finito que hay que cuidar. De este lago se alimentan 500.000 personas, porque hay un acueducto que va para Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia. Y allí tenemos una controversia importante. Obviamente que la vida humana se antepone a todo y luego está la producción. En este lago es muy serio el problema de la evaporación. En días de calor en el verano, y con viento, el lago pierde hasta dos centímetros de su caudal por día, que es muchísimo. Es una situación inédita que no la vamos a poder cambiar, pero que le hemos buscado la vuelta para producir uva. Y esa producción va en función de esa característica, que hace que se genere una cáscara muy importante y se de uva de tan buena calidad.
-Usted maneja el concepto es “poner los huevos en distintas canastas”.
-Bueno, es eso sí. Hay que estar un poco apasionado de la de la producción, hay que estar un poco loco también para producir y para invertir en estos momentos. Pero todas esas cosas se conjugan en mucha gente. Yo no soy el único que hace esto. Hay mucha gente loca, hay mucha gente apasionada como para seguir dando tanto trabajo.