En 2008, la compañía Alimentaria Caprina SRL, nacida en el pequeño paraje Santo Domingo, a unos 50 kilómetros al norte de Cruz del Eje, en Córdoba, comenzó a industrializar la leche de cabra que producía y comenzó a comercializarla en polvo bajo la marca La Primera. Fue toda una novedad para este tipo de leche en la Argentina. Más tarde, los mismos emprendedores innovaron con una presentación de esa leche caprina ‘larga vida’, cosa que tampoco existía hasta el momento. Ahora buscan exportar ambos productos a los países limítrofes, que son más consumidores de leche caprina.
“En diciembre empezamos a trabajar con el ProCórdoba para poner a punto la empresa con el fin de exportar. La idea es llegar a países limítrofes, como Brasil o Chile, que tienen un consumo de leche de cabra mucho más grande que el nuestro. Pero después también tenemos constantemente consultas de otras naciones, como Colombia y México. La oportunidad está”, señaló Juan Ruiz, miembro de la gerencia de La Primera.
La empresa este año lanzará 32 mil envases de 200 mililitros de leche larga vida al mercado local. “Lo que es bastante para la leche de cabra que se consume aquí. Tuvimos buena recepción con dicho producto y lo aprovechamos”, señaló Ruiz a Bichos de Campo.
Aquí la entrevista completa con Juan Ruiz de La Primera:
“En la actualidad recolectamos unos 350 mil litros de leche de cabra por año, en una cuenca conformada por 20 mil animales que pertenecen a unas 200 familias. Con La Primera, industrializamos 200 mil y el resto lo vendemos a fábricas de quesos”, precisó Ruiz.
En cuanto al precio de la leche de cabra, Ruiz mencionó que el valor de 250 gramos de leche entera, o sea dos litros y medio, está hoy en torno a los 670 pesos. “Pero a diferencia de la leche de vaca, hay que considerar la logística que implica mover grandes distancias este producto”, aclaró el emprendedor.
El producto tiene demanda porque “a diferencia de la leche vacuna, la caprina posee un alto poder de digestibilidad: sus glóbulos grasos son muchos más pequeños que los de la leche vacuna, y su concentración, el doble, lo que disminuye notablemente el tiempo de residencia en el estómago y el tránsito intestinal”, según se explica en la página de la firma, que ubica su producto como “la mejor opción a la intolerancia de los lácteos tradicionales”.