El impulso de los bonos de carbono fue sin duda uno de los temas destacados de la agenda de este año, y Latinoamérica quedó en el ojo de todos por ser uno de los lugares del planeta que tendría un mayor potencia del prestar servicios ambientales. Sin bien distintos programas comenzaron a desarrollarse en esa región, uno de ellos llama la atención por su alcance y también, para nosotros, por tener argentinos detrás de su desarrollo.
Se trata de SARA –una abreviatura de South American Regenerative Agriculture-, un programa desarrollado dentro de la órbita de Ovis 21 en Argentina, que ya tiene 400 productores registrados y presencia en Uruguay, Chile y Paraguay.
“Sara es la materialización de Ruuts, un spin off del trabajo realizado por Ovis 21, que desarrollo la escuela de regeneración en Argentina y nodos en distintas regiones del país que permiten medir esa regeneración y acompañar a los productores ganaderos en esa transición de manejo. Pensando en cómo hacer que la transición sea más rápida surge Ruuts para vincular a la red de técnicos y productores, que ya teníamos desarrollada, con los mercados de servicios ambientales, para que sea más sencillo”, explicó a Bichos de Campo Pablo Borrelli, hijo del fundador de Ovis 21 en Argentina y líder de Ruuts.
La concreción de SARA se dio gracias a la ayuda del equipo de Climate Nature Group, un grupo holandés que ya había desarrollado un programa de agricultura en Sudáfrica con créditos de carbono. Ese know how y el hecho de que ya trabajen con más de 3.000 empresas en Europa en el área de acción climática, potenció a los Borrelli a dar el primer paso en este proyecto regional.
El programa apunta a que los productores ganaderos pasen de un manejo convencional a uno de planificación de pastoreo, que dé lugar a una regeneración de la biodiversidad y a la captura de carbono en el suelo. Lo que define que pueda ingresar o no al programa es ese cambio de prácticas, por lo que se trabaja en sintonía con la red de nodos de Ovis 21 para acompañar en ese proceso.
“El productor que ya lo está haciendo y que puede demostrar esa planificación y rotación, puede participar. Pero también pueden ingresar todos los interesados a partir de los incentivos que propone SARA. Los productores se registran, nosotros lo ponemos en contacto con el nodo que los estará acompañando en esa transición, y nos aseguramos de que el manejo sea verdaderamente regenerativo. No es que cualquier productor que afirma que regenera va a generar créditos. Hay todo un proceso de auditorías para cumplir el programa, que permiten que sea verdaderamente exitoso”, señaló Borreli.
¿Cuál es la lógica detrás de esta iniciativa? La misma que en los demás programas a nivel mundial. Quien produzca apuntando a secuestrar carbono podrá emitir un certificado –a través de alguna certificadora internacional- y venderlo en el mercado de valores a una empresa que requiera de ese diferencial para ser mas sustentable. El dinero obtenido vuelve al productor en forma de incentivo. En el caso de SARA, la gestión de Ruuts ayuda a que el proceso administrativo sea menos engorroso y a que los productores obtengan esa ganancia.
“Para sumarse se requiere completar cierta información de manejo del predio que sea respaldable, y primeros créditos se generan a través de estimaciones. Luego, cada cuatro o cinco años esas estimaciones se validan con información de campo. Es un modelo híbrido. De cara al productor no hay costo de entrada, solo los costos del monitoreo a campo. Los costos de certificación quedan del lado del programa. Nosotros corremos con el riego de que el productor no capture nada, pero somos socios en el valor que obtengan esos créditos en el mercado”, indicó el coordinador.
Los desarrolladores estiman que los bonos estarán emitidos en el primer trimestre de 2024, y serán vendidos y pagados a los productores entre el segundo y tercer trimestre de ese mismo año.
“Ahora estamos trabajando con 400 productores registrados de Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay, siendo 300 argentinos. Es donde más años y más experiencia hay de Ovis. Hay una masa crítica mayor que en los países vecinos, que conocen a Ovis desde hace 2 o 3 años”, afirmó Borrelli.
SARA actualmente se financia con dinero de inversores propios y socios internacionales, y trabaja junto a la certificadora de créditos de carbono Verra, con amplio reconocimiento internacional.
Me párese muy interesante soy muy nuevo y nesecito aprender más y más de este gran proyecto de vida según lo entiendo