La movilización a la Plaza de Mayo fue para muchos productores autoconvocados una oportunidad para manifestar la situación y el nivel de hartazgo presente en el sector.
Una de las cuestiones que, precisamente, se intentaron comunicar fue el hecho de la extracción de recursos que el Estado realiza a la producción agrícola a través de impuestos e intervenciones de mercado.
Si bien el cartel señala que esa extracción se encuentra en el 70% de lo producido por el sector agrícola, en realidad el último informe de la Fundación FADA indica que en el primer trimestre de 2022 el nivel de extracción es del 64,9%, es decir, por cada 100 pesos generados por el sector agrícola, el Estado se queda con casi 65 pesos y el resto debe repartirse en el resto de la cadena (productores, propietarios de campos, corredores, acopiadores, proveedores de insumos, etcétera). Y, por supuesto, con el remanente que le quede a los productores, tienen que pagar además impuestos a las Ganancias, tributos provinciales y tasas municipales.
Infaltable una representación de la vaca argentina, la cual, a modo ilustrativo, es ordeñada por el Estado –en todos sus niveles– para obtener un volumen enorme de recursos que luego no regresan ni de casualidad en bienes y servicios públicos.
El musicalizador presente en Plaza de Mayo vino con un remera que tiene una muy particular inscripción, aunque el evento en cuestión no trataba sobre la “grieta” política, sino sobre la falta de respuestas de la política, en general, para hacer frente a los problemas concretos de la gente de trabajo.
Algunos tuvieron la ocurrencia de llevar una heladera repleta de paquetes de polenta para mostrar la crisis de ingresos presente en el sector más vulnerable de la población, aunque muy probablemente se trate de una movida partidaria infiltrada en la genuina protesta de los productores.
Una jubilada aprovechó la protesta para mostrar, con un disfraz muy particular, la oceánica brecha de ingresos entre la población pasiva que trabajó toda su vida respecto de aquellos que viven del Estado.
Se repartieron cientos de copias de la Constitución Nacional en la Plaza de Mayo para recordar a los presentes que vivimos en una república democrática y, como tal, los derechos básicos deberían estar por encima de las pretensiones de cualquier gobierno.
Si bien por la mañana tímidamente comenzaron a llegar las primeras agrupaciones de productores, por la tarde arribó la mayor parte de los participantes de la protesta que se transformó así en un evento masivo.
Un globo inflable con la imagen de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se hizo presente durante la protesta.
La movilización convocó a los principales medios radiales, audiovisuales y gráficos de la ciudad de Buenos Aires. Sin dudas, se trata de la noticia más importante del día.
Muchos porteños que no tienen relación alguna con el sector agropecuario se acercaron hasta la protesta convocada por los productores para mostrar su rechazo a la política del gobierno de Alberto Fernández.
Muchas, muchas banderas argentinas, para mostrar que el reclamo promovido por los productores autoconvocados es completamente apartidario, auque varias figuras de la oposición se acercaron hasta el lugar de la protesta.
Los integrantes de la Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) se hicieron presentes para dar muestras de que el evento es completamente de índole federal.
Nunca está demás recordar que sin caminos rurales viables no es posible la actividad agropecuaria. Y que en muchas regiones productivas el Estado abandonó las obras viales en zonas rurales.
El momento de la lectura de la proclama de los autoconvocados, la cual fue adelantada esta mañana por Bichos de Campo.