Las “fit happy sisters”, también conocidas como Sara y Ani, son dos hermanas e influencers españolas que tienen 2 millones de seguidores, número que supera a la población de Barcelona y duplica a la de Valencia.
Esa fama, claro, no les impidió visitar la feria de alimentos Anuga, donde se encontraron frente a frente con la carne vacuna argentina.
Lo importante en el comercio de cualquier producto es que el cliente se vaya satisfecho y por eso, en el restaurante que montó el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), les ofrecieron carne con diferentes niveles de cocción para que pudieran disfrutar de distintos sabores.
Según contaron en dialogo con Bichos de Campo, en España la carne se consume a punto o más bien cruda. Se la suele sellar de ambos lados pero no se la deja cocinar por dentro demasiado.
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“Hemos podido probar más que los demás porque hemos pedido varios puntos para enseñárselos a la gente. Hemos tenido más trozos. ¡Está buenísima, buenísima!”, repetían las influencers satisfechas.
“Normalmente yo soy de carne como al punto, pero hoy, incluso la que estaba poquito hecha, también me ha encantado. La hecha, que a mí no me suele gustar, estaba también jugosa. No estaba dura, estaba tierna, eso me ha gustado”, señaló una de las hermanas.
“En España se la come más al punto pero la gente más joven sí que está tirando más al poco hecho”, añadió.
Aquel país europeo produce carne vacuna y, según indicaron a este medio los importadores locales, creció la demanda de aquella que proviene de “la vaca gallega”.
“En España sí que tenemos carne, pero es verdad que la carne argentina siempre ha tenido renombre de toda la vida. Y lo hemos comprobado, pedimos de diferentes puntos y la verdad es que estaban todos muy buenos”, destacaron.
La charla con las “fit happy sisters” no podía terminar de otra forma más que con una pregunta de rigor: ¿qué opinan de los argentinos?
“Me parecen bien. No hemos tenido novios argentinos pero sí que los hombres españoles tienen un poco de miedo porque los argentinos e italianos convencen, porque convencen”, afirmaron entre risas.