Desde que asumió el nuevo gobierno, las exportaciones de carne vacuna vienen creciendo. La eliminación de los cortes prohibidos y los cupos que había impuesto el gobierno anterior, y la mejora en el tipo de cambio al que se liquidan las ventas al extranjero, facilitaron la concreción de negocios. Claro que también está influyendo la debilidad de gran parte del consumo doméstico.
En enero las exportaciones de este producto “alcanzaron un volumen cercano a las 61,2 mil toneladas peso producto de carne bovina refrigerada y congelada; por un valor del orden de los 235,3 millones de dólares”, de acuerdo con un informe que publicó este martes el Consorcio de Exportadores ABC.
Ese volumen significa 85.000 toneladas res con hueso, de las cuales 12.000 corresponden a las posiciones de carne con hueso y hueso producto de la despostada, que la secretaría de Agricultura decidió discriminar ya que considera que no se trata de carne bovina.
“Con relación al mes de enero de 2023, los volúmenes exportados resultan 19,2% superiores, mientras que el valor obtenido ha sido un 11,9% superior. El acumulado de los últimos doce meses, desde febrero de 2023 a enero de 2024, revela que las ventas al exterior de carne bovina refrigerada y congelada resultaron cercanas a las 693 mil toneladas peso producto; por un valor de aproximadamente 2.802,5 millones de dólares”, precisó el informe del Consorcio ABC.
Si bien las ventas al extranjero vienen creciendo en la comparación interanual, no tuvieron mejoras con relación al dato de diciembre.
Según los frigoríficos exportadores, esto refleja la moderación en las expectativas de crecimiento previstas para este año y que están condicionadas por diferentes factores.
En primer lugar, este año habrá menos oferta de ganado para la faena debido al cambio del ciclo productivo (liquidación por retención) tras la sequía. Por otra parte, si bien hay mejores condiciones comerciales y se eliminaron varias restricciones comerciales, las retenciones quedaron en 9% y siguen pesando en la definición de un tipo de cambio que se va atrasando respecto de la inflación general de la economía y la suba de costos sectoriales en aumento como salarios y energía.
Para lograr un crecimiento sostenido y sustentable de forma genuina y reducir la importancia del mercado chino, a donde se destina el 70% de los embarques, los exportadores del Consorcio ABC presentaron esta semana al ministro de Economía, Luis Caputo, un plan de crecimiento sectorial.
El objetivo es llegar a exportar al término de esta gestión 1,4 millones de toneladas anuales, por 7.000 millones de dólares, aunque las empresas aclaran que para que eso suceda se requieren de varias medidas.
¿Qué medidas? Entre otras dijeron que hay que implementar un cronograma de reducción de los derechos de exportación hasta su eliminación, así como tener una agenda clara de negociaciones internacionales que permita la apertura de nuevos mercados. Al respecto, el gobierno acaba de anunciar la apertura de Israel para la carne con hueso, al tiempo que cruza los dedos para que Japón apruebe un pedido para poder comenzar a venderle cortes de alta calidad sin hueso desde todo el país, y no solamente desde la zona libre de fiebre aftosa sin vacunación de la Patagonia.
También el Consorcio ABC pretende que en este tramo se pueda aumentar el peso de faena, lo que significa producir más novillos y menos animales livianos. En el documento dijeron que para eso hacen falta señales de precios mejores para productores e industriales.
También ha n propuesto los grandes frigoríficos elevar el estándar sanitario en el comercio de carne vacuna en el mercado local. Esto implica reanudar la discusión sobre el estándar único para la habilitación de plantas frigoríficas (algo que se propuso en la ley ómnibus que quedó trunca) y retomar la agenda respecto del cuarteo obligatorio de la media res, que se debía aplicar desde principios de 2022 pero enfrentó la resistencia de casi todo el resto de los operadores cárnicos.
Eso repercutirá en el mercado interno?
La pregunta es cuando termina Javier, por cómo va le queda poco.
Los del campo mentían antes o lo hacen ahora, a mi entender, Guillermo Moreno tenía y tiene razón. Antes decían que no exportaban, pero resulta que exportaban a buen precio, pero además el costo de la carne para el argentino era accesible, hasta el conflicto de la 125, ahí salieron a decir que el campo se quedaba sin vientre y que iba a costar reponer la producción, ahora exportan más y el precio interno es más caro pero no dicen que les afecta a la producción, cuando el consumo argentino es menos. Chantas.
Excelente trabajo está haciendo Javier Milei y su equipo.
Hay que aguantar un par de meses más y los que no trabajaron nunca, A LABURAR!!!!!